LAS CAUSAS DE UNA RUPTURA
El martes de la semana pasada, el asambleísta de CREO Roberto Gómez recorrió la bancada opositora, escaño por escaño, y obtuvo las firmas suficientes para emprender el juicio político contra Jorge Glas, pero no para ganarlo. Desde entonces, el pleno no ha vuelto a sesionar. Otras bancadas de oposición apoyan, pero no quieren ceder el protagonismo a CREO.
Las diferencias internas que el bloque oficialista no ha podido superar mantienen estancadas las funciones fiscalizadoras de la Asamblea. Los dos puntos más controvertidos en las filas de PAIS tienen que ver con la pregunta sobre la reelección indefinida contenida en la consulta popular y la propuesta de juicio político al vicepresidente Glas. Gómez (CREO), el hombre que impulsa el proceso, lleva los papeles y agencia las firmas, confía en que podrá convencer a muchos con un discurso institucional y principista. Con la idea de que la Asamblea no puede permanecer inactiva en medio de la crisis política que implica tener un vicepresidente preso.
Así, en torno a las posibilidades de ruptura de PAIS giran todas las ansiedades de este extraño período de espera y calma chicha. Y todos los días la oposición ausculta los signos de esa ruptura. Ayer, Silvia Salgado anunció su desacuerdo y el de los suyos con la reelección inmediata, a favor de la cual votaron hace dos años. Y Daniel Mendoza apareció en los medios defendiendo la necesidad de enjuiciar políticamente a Glas.
La oposición toma nota, hace cálculos y espera para el jueves. Si ese día no se celebra la fiesta internacional de la pesca de larvas o el día de la diabetes crónica, quizá José Serrano convoque a reunión plenaria.