Los productores de café del país mandan señal de alerta
Los agricultores dicen que los precios son inferiores al costo
Los caficultores ya no quieren ofertas, porque de “oferta en oferta y de proyecto en proyecto” han pasado ya dos décadas, y el resultado es desastroso: apenas 44.000 hectáreas han sobrevivido.
Ayer en la tarde, más de 30 productores de todas las zonas cafeteras fueron recibidos por el presidente de la Asociación Nacional de Exportadores, Anecafé, Askley Delgado; el asambleísta Ricardo Zambrano; y el gerente de El Café -la empresa más grande del país-, Bernardo Arosemena.
El objetivo: conversar sobre la grave situación de la caficultura provocada por la baja pro- ductividad y las importaciones masivas de café procesado colombiano que se maquila para diferentes empresas y marcas locales.
“En los últimos años continuamos con un decrecimiento del sector. Este año calculamos que nuevamente vamos a decrecer en 12 o 15 % en volumen y 13 % en generación de divisas”, dice a EXPRESO, Pablo Pinoargote, gerente de Anecafé. Es decir, se exportarán 750.000 sacos versus 900.000 del año pasado. La cifra es la más baja de la historia de la caficultura.
Ecuador no producirá este año más de 250 mil sacos en las dos variedades, robusta y arábigo, lo cual es tremendamente grave. La diferencia, con el valor de las exportaciones totales, la hacen la ventas de la industria nacional, que importa la materia prima desde Asia, la procesa y la reexporta como producto terminado a Europa, Asia y Estados Unidos.
Humberto Heredia, caficultor de Jipijapa, Manabí, dice que esta es una señal de alerta final que mandan al Gobierno, porque si no hay plan alguno, la caficultura desaparecerá.
El asambleísta Zambrano señaló que se debe hacer una auditoría al Programa de Café y Cacao del Gobierno anterior, que gastó más de 100 millones de dólares sin resultado alguno a favor de los productores.
“Hemos perdido competividad también en la industria por el alto costo de la energía eléctrica, el búnker, agua y otros. Eso nos hace caros frente a cualquier país, donde produ- cen un 30 y 50 % más barato”, señala Pinoargote.
La empresa más importante del país, que llegó a ser la cuarta más relevante en el mundo, está trabajando a menos del 50 % de su capacidad.
Juan Carlos Bustamante, de Loja, precisa que los agricultores hacen un esfuerzo, el Gobierno, ninguno.