JOSÉ F. CEVALLOS “Por unos cuantos no vamos a decir que Guayaquil es invivible”
Guayaquil, la ciudad en la que ni los semáforos ni los lugares turísticos ni los restaurantes resultan seguros, llama una media de 43.400 veces al 911 a notificar emergencias de tipo delictivas. Pese a eso, el gobernador del Guayas, José Francisco Cevallos, se muestra optimista y apuesta por un trabajo en conjunto. Diálogo encontrado. Jaime Nebot cree que existe una pandemia delincuencial en la ciudad. La atribuye a las leyes. El gobernador cree que el administrador de Guayaquil exagera.
Tan solo en la zona 8 se han cometido 20.500 delitos en lo que va del año. ¿Cuál es el plan para frenarlos?
Trabajar coordinadamente con todas las instituciones encargadas de seguridad. Todas, desde la Policía hasta el Consejo de la Judicatura. Las noticias de impacto desbaratan el trabajo; pero ha habido, por ejemplo, casi 3.000 operativos en conjunto con Fuerzas Armadas y ATM. Lo que ha permitido reducir los actos delincuenciales. El trabajo en equipo es el secreto del éxito.
No solo los uniformados deben actuar contra la delincuencia. ¿Qué hay de la ciudadanía?
Hay mucho acercamiento con líderes comunitarios, pero debemos replicarlo en otros sectores y mejorar la iluminación en algunas zonas. No todo está en manos de la Policía para mejorar el entorno.
El alcalde Jaime Nebot habla de ‘pandemia delincuencial’, ¿coincide con esa apreciación?
Ha habido picos altos en las estadísticas, pero también ha decrecido. Lo demostramos.
¿Entonces cree que el alcalde exagera?
Sí. Los delitos existen. No vamos a ocultar la realidad, pero también existe la lucha. No es posible que la Policía haga el esfuerzo para atrapar al delincuente y este luego salga rápidamente. Algo pasa.
El alcalde asegura que la situación de la inseguridad se desprende de leyes alcahuetas y prodelincuenciales (lo dijo en entrevista con EXPRESO el martes pasado)... ¿Lo cree así?
Hay sanciones mal aplicadas. Deberíamos ser drásticos. Un asalto con arma es intento de asesinato. El juez debe poner la sanción más drástica para que sea ejemplificadora.
Si se le pide puntualizar, ¿en qué aspectos cree que están los ‘lados flacos’ de la legislación en materia de seguridad?
Soy respetuoso. Yo quisiera que nos podamos sentar internamente y analicemos, para pronunciarnos.
¿Cree que hacen falta leyes más estrictas?
Las hay. Lo que hay que vigilar es que los procedimientos al aplicarlas sean adecuados. Noesposiblequela Policíahagael esfuerzoparaatrapar aldelincuenteyeste,luego, salgarápidamente. Algopasa.
Calles, buses, lugares turísticos y hasta autos particulares son vulnerables a la delincuencia, ¿de verdad cree que la solución es poner más policías? (llegarán 500 a la ciudad)
Tenemos un déficit de agentes a nivel nacional. Pero, es verdad, más vigilancia no garantizará un cambio. Hace falta hacer conciencia en los ciudadanos y dar garantías de un óptimo reintegro a la sociedad de la gente privada de libertad. El tema de la seguridad debe tratarse de manera integral.
¿Hay lugares seguros en Guayaquil, gobernador?
Claro que los hay. Por unos cuantos irresponsables no vamos a decir que Guayaquil es invivible.
Fue usted, sin embargo, quien analizó plantear un estado de excepción...
Fue por la droga. Trafican con menores. Eso ameritaba algo urgente.
¿No ha pensado en pedir también que se elimine la polémica tabla de consumo?
Es motivo de análisis, pero no es la solución radical. Los consumidores deben ser tratados, no encarcelados, diferenciados de los expendedores. Se necesita prevención y más clínicas de rehabilitación.
El plan Más Seguridad falló por las diferencias del gobierno de Rafael Correa con el Municipio de Guayaquil. El expresidente decía no necesitarlo. ¿Cuál es su postura ahora?
Todos nos necesitamos a la hora de trabajar contra la delincuencia.
Pero el alcalde condiciona su apoyo a un cambio en las leyes.
A nuestras reuniones nunca ha ido con condiciones.
Este jueves se debate la nueva Ordenanza de las Motos, ¿qué avances ha habido?
Se dispuso que en determinadas horas, días y sectores, la Autoridad de Tránsito Municipal tenga la potestad de impedir que vayan dos hombres. No es solución, pero es una estrategia adaptada a las circunstancias. Eso está por aprobarse. Regirá en zonas del sur y al norte, en sectores conflictivos como Sociovivienda. Pero aún debe debatirse.