Sentido común ¿Q
ué razón o “lógica económica” tiene Ecuador para denostar a EE. UU. y a su presidente Trump, si es nuestro mayor socio comercial (26 % de nuestras exportaciones no petroleras: US$ 2.800 millones y, para ellos, nosotros somos solo el 0,2 %)?
Demandan nuestro petróleo, plátanos, crustáceos, pescado procesado, atún, brócoli, flores, alcachofas, calzado, manufacturas de cuero, artesanías y flores. Los ecuatorianos, nacionalizados e inmigrantes, legales e ilegales, logran un mejor nivel de vida trabajando allá. Demos prioridad a las “inversiones de riesgo” que asumen la contingencia incierta de ganancia o pérdida. El “endeudamiento” en la década reciente revela dependencia. China, el principal acreedor, no hizo “inversión de riesgo”, solo préstamos a corto plazo y tasas de agio. El dólar es mundial. El “renmimbi o yuan” tiene riesgos cambiarios.
Sabia decisión del presidente Moreno superar la etapa ideológica e imponer el “sentido común” en las relaciones de negocios.
Por esto, el nuevo embajador en EE. UU. debe ser positivo con Trump y sus políticas, y tener experiencia en negocios más que social. Que el “costo de oportunidad” y el “costo-beneficio” sean referentes en las negociaciones. Que la tecnología de punta se imponga sobre prácticas obsoletas. Hay que implementar contactos de alto nivel político y económico, y generar confianza y respeto a Ecuador.
Conseguir que nos compren, implica ingreso de “dólares” y creación de trabajo. En lo interno, importar maquinarias y equipos para modernizar la industria, la construcción, la agroindustria, la ganadería, la agricultura y las otras variables productivas. El comercio se dinamizará. Los ecuatorianos en EE. UU. se sentirán protegidos para trabajar. Y multiplicarán sus remesas de “dólares”.
Las exportaciones y nuevas inversiones en “dólares” darán gran impulso a la economía del país. Combatir el narcotráfico con la reincorporación al Atpdea (Ley para la Erradicación de Drogas y Promoción del Comercio Andino) y lograr que se reinstale la base de Manta.