En poco tiempo pasó de aprendiz a maestro de alfarería
Su idea es convertirse en profesor de oficio y que no muera la actividad
Con apenas 31 años de edad se ha convertido en uno de los únicos seis alfareros azuayos productores de utilitarios de cocina. El oficio lo aprendió por necesidad de la mano de un tío político, quien heredó el legado ancestral dejado por sus abuelos.
Alejandro Rivera, nativo de Chordeleg, aprendió el oficio hace once años, cuando se casó y no halló trabajo para mantener a su esposa.
El joven alfarero durante su proceso de aprendizaje se especializó en hacer ollas, tazas, platos, cazuelas y medianos (platos más grandes) en arcilla negra, utilitarios que han ido desapareciendo cuando asomaron los objetos de cerámica, loza y aluminio; usando un molde de pie iba formando con sus manos la arcilla.
Alejo comentó que se ha independizado, junto a su esposa y dos hijos ha iniciado una microempresa.
“Mi producción está en capacidad de competir con los utilitarios actuales, pues a diferencia de los objetos que antiguamente se hacían, yo soy el único en elaborar las piezas para usarlas en cocinas de carbón, leña, gas y hasta de inducción”, adujo el hombre, añadiendo que dentro de sus proyectos está el de convertirse en profesor del oficio. Cuenta en su taller con un primer alumno, Cristian Nugra, de 22 años. Le ayuda al momento a preparar el material, pintar y abrillantar los objetos.