ELISEO AZUERO “La seguridad de Correa es vanidad”
Una coincidencia poco afortunada. La presidencia de la Asamblea dio paso ayer para que se debata un exhorto para que el Ejecutivo retire la seguridad de la que goza el expresidente Rafael Correa, en Bélgica, y que es pagada por el Estado. Pero su proponente, Eliseo Azuero, no estuvo presente para defender el pedido.
¿Qué le impidió llegar a la sesión de la Asamblea?
Tenía que cumplir una cita en la Embajada de Estados Unidos, junto a mi familia, y sorpresivamente me enteré que, gentilmente, el presidente de la Asamblea (José Serrano) incluyó mi solicitud, que fue ingresada la semana pasada. Lamentablemente no al- cancé a llegar.
¿Significa que se perdió la oportunidad de tratar este tema en la Asamblea?
Espero que el presidente de la Asamblea honre su palabra y lo vuelva a incluir en la sesión del martes próximo. Se trata de un tema muy importante para los ecuatorianos. Es mi derecho a ejercer el rol que me corresponde al plantear estas iniciativas.
¿Por qué cree que no se justifica tener protegido a un exmandatario?
El país está atravesando una situación económica muy complicada y, justamente, Correa es el responsable de dejar la mesa servida, pero de miseria. Este señor no tiene derecho a recibir con los impuestos de los ecua- torianos este tipo de beneficios.
Pero las autoridades ecuatorianas deben percibir que el expresidente corre algunos riesgos en Bélgica.
De acuerdo con datos de organismos internacionales, Bélgica es uno de los países más seguros del mundo. Eso queda demostrado cuando conocemos que el primer ministro de este país cuenta con dos guardias y el rey tiene dos.
¿Y con cuántos guardaespaldas cuenta el exmandatario?
Eso es lo más injusto. Mientras los que dirigen los destinos de Bélgica suman, entre los dos, cuatro personas asignadas a su seguridad, el señor Correa tiene ocho personas, lo que genera gastos ingentes a un país en crisis.
¿A cuánto ascienden estos gastos de los que usted habla?
Estamos hablando de algo más de cinco millones de dólares por año. Es demasiado dinero y más cuando está viviendo en uno de los países más seguros del mundo. Así como a los ecuatorianos nos piden que ajustemos el cinto, el señor Correa debe dejar esa vanidad y tomar sus propios recaudos. Debe aprender a ser delicado con la plata ajena.
¿Cree que el Gobierno tomará en cuenta su pedido?
Al presidente Lenín Moreno le debe resultar incómodo prolongar el decreto de Correa con el que él mismo se asignó la seguridad. Es un pedido de la Asamblea que representa a los ecuatorianos.