Asamblea recibirá a representantes de medicina prepagada
El sector señala que siete empresas se han liquidado
La próxima semana, la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional recibirá a representantes de las empresas de medicina prepagada para escuchar las dificultades que atraviesa este sector, así lo aseguró Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE).
Este rubro ha manifestado su malestar luego de un año de que se aprobara la ley de medicina prepagada.
Una de las consecuencias es el impacto financiero que han sufrido las firmas, lo que ha provocado la liquidación de siete empresas del sector y otras siete no han podido suscribir los aumentos de capital de al menos $ 1 millón que establece la norma.
A través de un comunicado que fue publicado en la prensa nacional y firmado por 17 compañías integrantes de la Asociación de Empresas de Medicina Prepagada del Ecuador, expresan su malestar al presidente de la República, Lenín Moreno.
La ley que entró en vigencia en octubre del año pasado establece a las empresas del sector reembolsar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y al Ministerio de Salud, cuando sus clientes se atiendan en centros médicos estatales.
El sector estima que los gastos médicos efectuados por el IESS, el Ministerio de Salud, el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y el Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional representarán al año $ 90 millones.
Aspiazu señaló que el sector comenzó a hacer crisis debido a que estas entidades públicas ya comenzaron a emitir facturas de copago. Para elaborar la ley se tomó un estudio del IESS que parte de un supuesto falso.
La ley que se aprobó el año pasado, sostuvo Aspiazu, adolecía de “un grave defecto” que surgió de un informe de la dirección actuarial del IESS, que establecía que las utilidades del sector eran anualmente $ 221 millones.
No obstante, dijo el director del CEE, las utilidades ponderadas de los dos últimos corresponden a $ 12 millones.
“Algunos accionistas ven incierto el panorama debido al incremento de siniestralidad derivado del copago. Por esta razón se ha complicado la inversión”, añadió.