Quito, sin agua, alarga el feriado
Un derrumbe dejó sin servicio al 22 % de la población Se suspendieron varias actividades
Una ciudad que funciona a medias. La capital tuvo que suspender sus actividades laborales, económicas, escolares y de atención social por falta de agua potable. La emergencia se extenderá, al menos, hasta la tarde de hoy: el Municipio ha ofrecido restablecer, paulatinamente, el servicio.
De acuerdo con las cifras oficiales son 600.000 habitantes afectados. Es decir, el 22,6 % de la población. Los 170 barrios sin agua se ubican desde el sur hasta el centro norte.
El Municipio puso en marcha un plan de contingencia. Movilizó 68 tanqueros... no fue suficiente. Desde horas de la mañana, en barrios como Solanda, Chillogallo o Puengasí hubo largas filas que se formaron esperando la distribución.
En el parque de Solanda, los vecinos mostraron su descontento, pues tuvieron que caminar largas distancias. “En el sector 4 de Solanda estamos olvida-
Derrumbe El martes 5 de diciembre, a las 23:20, el canal del río Pita se bloqueó con tierra luego del colapso de un muro de contención de la escombrera El Troje.
Trabajos Ayer concluyó la limpieza del canal. Se realiza la reposición de las losas dañadas.
Víctimas El cuerpo de Humberto Taboada, de 58 años, fue localizado la tarde de ayer. dos. Los tanqueros solo llegaron hasta el sector 2 y nos toca caminar un montón con el agua”, dijo a EXPRESO Consuelo Quishpe, mientras hacía la fila para llegar al tanquero.
En el sector del estadio del Aucas, la gente se apostó a las afueras de este recinto con la esperanza de llenar sus recipien- tes, pero no recibieron respuesta. “Incluso, llamé a la línea de la Empresa de Agua Potable pero me dijeron que no había tanqueros para este sector”, comentó uno de los vecinos que pidió la reserva de su nombre. A la voz de: “¡Queremos agua!”, los vecinos esperaban abastecerse.
La desesperación se incrementaba con el pasar de las horas, sobre todo entre quienes estaban en las veredas con sus baldes y ollas vacías. En la calle Alpahuasi, sector de Chimbacalle, la gente se puso al frente de un tanquero para que se detuviera. Hubo gritos y empujones. Todos intentaban poner sus recipientes. El desorden hizo que el reparto se suspenda por algunos minutos: un policía metropolitano cerró la llave hasta que la gente logre organizarse.
Llegó otro tanquero y todos corrieron por las calles, algunos sin ver el peligro de ser atropellados. “Estamos desesperados sin agua, nunca nos ha pasado esto”, dijo Patricia Gutiérrez, moradora de la zona.