Perro mundo intolerante
Con el perdón de mi mascota, uso perro para descalificar la creciente intolerancia. Como los casos que estamos sufriendo son muchos, entro directo al asunto.
¿Está el presidente Trump bien de la cabeza? Referirse a Haití como país de mierda es impropio en cualquier persona y más todavía en una con la responsabilidad de ser presidente de los Estados Unidos. ¿Qué dirían al respecto Jefferson, y sobre todo Lincoln? ¿Qué está pasando en el gran pueblo americano que eligió para presidirlo un señor que pretende desvirtuar sus más hermosas tradiciones y que amenaza la paz mundial, solo por no saber controlar su lengua? ¿Se califica a sí mismo de genio y es capaz de pactar con los rusos en función de sus intereses políticos mandando a la porra los de su país? ¿Será que hacer dinero es la nueva virtud republicana y quienes consiguen acumular riqueza se convierten en líderes de una nación que se creó fundamentada en valores de otra naturaleza?
En todo caso, por acá también andamos dando muestras de intolerancia. No está bien convertir el recinto legislativo en un repositorio de las frases célebres de Carlos Julio Arosemena pero, que unas damas legisladores las utilicen para hacer crítica a la función que cumplen los organismos propios de la Asamblea Legislativa no debería dar lugar a que se pretenda amordazarlas, menos cuando el CAL no es un dechado de comportamiento y bien merece un sacudón, precisamente para no convertirse en celestina de la corrupción. (¿Les gusta más celestina que alcahuete? Mi solidaridad con las legisladoras amenazadas o insultadas. ¿Se acuerdan que las llamaron histéricas y no
Sé que corro riesgos con este cañonazo pero son propios del ejercicio de una actividad donde el miedo es mal consejero...’.
se sancionó a nadie?).
Por el estilo, yo que cultivo respeto por todo aquello que otros conceptúan como sagrado, debo ahora insistir en que la solución de quienes se sientan ofendidos por una representación teatral crítica, no es buscar la clausura del teatro. Los tiempos de la Inquisición causaron mucho dolor y sufrimiento humano como para revivirlos. Una obra que se burla de ciertos usos y costumbres no necesariamente pretende ofender. Quiere desnudar cierta doble moral y eso conviene.