¿Hasta cuándo?
En el transcurso de este año se han conocido algunas situaciones en el Ecuador, de las que se necesita una explicación clara.
La primera de ellas la dio a conocer Expreso y se refiere al convenio que en el año 2014 se firmó entre el Ministerio de Finanzas y Petroecuador, mediante el cual este último “podía gestionar la obtención de líneas de crédito que requiera el Ministerio de Finanzas para el financiamiento de proyectos o programas estratégicos prioritarios”. Frente a este hecho alguien debe explicarnos si Petroecuador podía, conforme a la naturaleza de su gestión, funcionar como un canal para la obtención de recursos para financiamiento de obras de gobierno, y cuáles fueron los sustentos técnicos y jurídicos que respaldaron esta gestión; de ser el caso, sería interesante conocer quién responde.
La segunda situación es el retiro por parte del Ministerio de Finanzas de 300 millones de la cuenta solidaria en la que se recaudaban los fondos destinados a la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas, luego del terremoto, para “compensar la iliquidez del mes de diciembre, dado el retraso del flujo de caja”. Si esto es o no una actividad regular aceptada según la práctica internacional, me pregunto, ¿quién lo explica de manera cierta, y de ser así, quién responde?
La tercera es la actuación del Gobierno nacional, que a través de la Cancillería le otorgó la nacionalidad ecuatoriana por naturalización a Julian Assange y pretendió incluirlo como funcionario diplomático en Londres. Me pregunto: ¿qué le debe el Gobierno a Assange, que se juega su reputación internacional? Lo que es seguro es que el Ecuador como país no le debe nada.
Finalmente, están las declaraciones de Raúl Patiño, quien debe explicarnos a todos, ¿a quién los Asambleístas de la Comisión de Fiscalización del periodo anterior le tenían un temor reverencial tan grande, que no se atrevían a ejecutar sus labores de fiscalización?, recordando que el temor reverencial no excluye de la obligación de responder por acciones u omisiones en el ejercicio de un cargo.
Y recién vamos por la tercera semana del año.