La rebelión de los tenistas ROGER FEDERER RAFAEL NADAL
Los jugadores de la ATP forman un ‘sindicato’ en busca de más premios en los Grand Slams
Nadie sabe nada. O sí. O, los pocos que se pronuncian sobre el tema, dicen saber más bien poco, o que la cosa no va con ellos. Pero hay una realidad: el pasado viernes, antes de que arrancara en Melbourne el primer Grand Slam de la temporada, casi un centenar de tenistas se reunieron antes del torneo en un encuentro que tuvo un motor con nombre propio: Novak Djokovic. Según adelantó el diario The Times, este citó a sus compañeros, entre los que figuraban todos los pesos pesados del circuito de la ATP. Fue ahí que el serbio, ganador de 12 grandes, tomó la voz y habló muy claro: los jugadores, los verdaderos protagonistas del negocio, deben percibir más dinero por los ingresos que obtienen los torneos Grand Slam.
Djokovic considera que el 7 % que ganan actualmente es una cifra baja o irrisoria en comparación con otros deportes; caso de la NBA, por ejemplo. El de Belgrado se refirió al 50 % que obtienen las estrellas del baloncesto estadounidense y subrayó el desequilibrio. Invitó también, según informaron medios británicos, a la creación de un sindicato para velar por los derechos colectivos de los tenistas y reforzar el espíritu colectivo, porque son conocidas las fortunas que ganan las estrellas y los jugadores de primera línea, pero no tanto las dificultades de los que oscilan en la zona pantanosa del tour.
Y, ¿por qué Djokovic? Porque actualmente preside el Consejo de Jugadores de la ATP, el bloque formado por todos ellos para lidiar con los altos estamentos del tenis mundial: sus pro- Ha cosechado $ 94,5 millones por sus méritos, de ellos 15,7 ganó en 2017. pios rectores, la Federación Internacional de Tenis (ITF) y los propietarios de los torneos.
Nole recibió el respaldo mayoritario de sus colegas durante el verano de 2016 y será su escudo y altavoz hasta junio próximo. El ex número uno pretende implementar varios cambios -el sistema de puntuación del ranking, entre otros-, pero su iniciativa fundamental afecta a las dotaciones económicas destinadas a torneos menores.
Esto, lógicamente, ataña sobre todo a jugadores de perfil modesto que tienen dificultades para costearse los gastos que implica su profesión: viajes, médicos, estadías, entrenadores y especialistas… Es ahí donde Djokovic quiere dejar una marca. “No hay boicot, no... muchas cosas que han escrito se han exagerado y se han sacado de contexto. Simplemente, los jugadores queríamos hablar... Solemos hacerlo dos o tres veces Suma $ 111,6 millones por sus títulos. Solo en 2017 obtuvo $ 12,9 millones. al año y tal vez de ahora en adelante lo hagamos más”, explicó.
De cualquier modo los jugadores empezaron la maniobra. Y lo hicieron después de que el director del Open de Australia, Craig Tiley, confirmara que aumentará los premios del torneo de forma significativa: en cinco años pasarán de los $ 54,9 millones actuales a 100. Mientras, en 2017 el US Open distribuyó $ 61 millones (un 9 % más que el año previo), Wimbledon 45,5 (un 12 % más) y Roland Garros 43 (otro 12 % extra).
Por ejemplo, a lo largo de su carrera, Nadal ha cosechado $ 94,5 millones por sus méritos sobre la pista exclusivamente 15,7 solo en 2017- y los ingresos de Roger Federer (anterior presidente del Consejo) ascienden a 111,6 (12,9 el año pasado); el tunecino Jalek Maziri, número 100 actual, ha facturado en toda su carrera 2,3 y el número 200 del listado, el argentino Guido Andreozzi, 512.400 dólares. Grandes diferencias. Sea lo que sea la asamblea salió a la luz y la polvareda está cogiendo forma en Melbourne Park. ¿Tendrá impulso el levantamiento?
RAFAEL NADAL tenista español, actual # 1 ATP