La sede de PAIS, allanada en busca de pruebas por las cuentas vacías
Con la recuperación de la sede, PAIS quiere dar la vuelta a la página
La gran minga se quedó a medio empezar. El ala morenista de Alianza PAIS (AP) se vio impedida ayer de ingresar a la sede histórica del movimiento, ubicada al norte de Quito. Esta vez, la prohibición llegó desde la Fiscalía.
Encabezados por el prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, y la canciller María Fernanda Espinosa, en calidad de vicepresidenta de AP, decenas de militantes llegaron para barrer los pisos y pintar las paredes que, dicen, vandalizaron los correístas antes de dejar el local.
Pero apenas sí pudieron hacer algunos rituales ancestrales para limpiar las malas energías. La noche del jueves, un grupo de fiscales y policías ingresó al edificio de PAIS para confiscar documentos y computadoras.
Aunque no se conoce a ciencia cierta el objetivo de los agentes, todo apunta a que buscaban información sobre los balances contables de la anterior administración del partido oficialista. Por esa razón, la sede continuaba hasta ayer bajo vigilancia de la Fiscalía.
Pero eso no detuvo los discursos. Baroja adelantó que esta se convertirá en la casa de promoción por el Sí, en las dos últimas semana que restan para que termine la campaña antes de la consulta popular.
“No creíamos que nos podrían dejar así la sede. Lamentamos cómo la dejaron, absolutamente hecha una desgracia, pero aquí estamos para hacer una minga”, dijo Baroja.
Las paredes y pisos fueron pintados con consignas por el No y arengas favorables al expresidente Rafael Correa. Pese a esto, los actuales dirigentes de PAIS no piensan denunciar el vandalismo del que fueron víctimas.
A la minga de ayer se sumaron varios militantes y exfuncionarios que hasta hace poco eran acérrimos defensores de Correa, incluso del exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado a seis años de prisión por asociación ilícita.
Esto generó tensiones con la nueva militancia que busca ganarse un espacio y ser tomada en cuenta mostrando su apoyo al presidente Lenín Moreno. Ni los llamados a la unidad de Espinosa ni las oraciones de los taitas invocando las buenas energías impidieron que algunos se recriminen sus recientes preferencias.
Lo que viene ahora es una purga para intentar encauzar justamente a la militancia desorientada. La semana entrante se determinará cuántos dirigente provinciales se acogieron a la desafiliación de PAIS. Los que abandonaron el movimiento serán reemplazados temporalmente por gente que decidió quedarse.
EL DETALLE Allanamiento. Al menos 20 cajas con documentos y varias computadoras fueron confiscadas por la Fiscalía la noche del jueves de la sede de Alianza PAIS.