CARLOS MARX CARRASCO / “La defraudación tributaria no debería prescribir nunca”
El modelo económico del Gobierno debería mantenerse e incluso profundizarse, tras la consulta popular. Es la tesis de exdirector del SRI Carlos Marx Carrasco. − ¿Ve sostenible el modelo actual con una deuda creciente que suma 35.500 millones de dólares (solo la consolidada)? − Es verdad que la deuda consolidada está al 35,5 % del PIB, la agregada al 49,3 % y los pendientes en general superan el 60 %. Pero además de los porcentajes, hay que ver la sostenibilidad de la deuda. Esto es, si el Estado tiene capacidad de pagar los intereses y las amortizaciones. Es algo complejo y depende de la política económica en general, incluida la política tributaria. − ¿Hacen falta nuevas fuentes de ingresos para que sea sostenible? ¿Más impuestos? − En estas condiciones, la necesidad de endeudamiento es imperiosa para atender los requisitos de la política fiscal. Si se hace un ajuste drástico, un machetazo al gasto público, se podría entrar en una profunda recesión y desempleo. Si me pregunta por subir impuestos, yo mencionaría los directos. El de Renta, para las sociedades, y el de Patrimonio, para las personas naturales. La recaudación también mejora con la eficiencia tributaria. Si se reduce la evasión y elusión de impuestos, el Estado tendría 3.000 millones de dólares adicionales al año. La defraudación tributaria debería ser imprescriptible, como lo es el peculado. − ¿Cree que habrá nuevas medidas económicas tras la consulta? − Moreno dijo que no habría más cambios tributarios para elevar la carga. Puede haber sido un error esa afirmación y que más pronto que tarde haya que sentarse a revisar. Hace falta un conjunto de medidas económicas, siguiendo la direccionalidad de la política económica de los últimos años. Una política económica proactiva, redistributiva e impulsadora del desarrollo. − Pero ese modelo económico ha generado este nivel de endeudamiento que ahora necesita más deuda para pagar lo que se debe. ¿Cómo hacer que funcione? − Es imprescindible que se mejore la actividad en petróleo y minería. Que sean más dinámicas y que se mejoren las condiciones de contratos de comercialización, explotación y extracción. También es imprescindible, sin asustar a Wall Street, buscar prestamistas que den mejores condiciones para mejorar el perfil de la deuda. Y, sobre todo, hace falta profundizar la función social de la política pública. Hay que consultar al pueblo qué tipo de país quiere. Si es un Estado de bienestar, eso tiene un costo. Todo el mundo admira a Noruega y Suecia, donde hay educación, sanidad y seguridad de acceso universal. Pues allí, la presión tributaria es desde hace 50 años superior al 40 %. El que más tiene debe pagar más.