Diario Expreso

No hagan daño

- ABELARDO GARCÍA CALDERÓN colaborado­res@granasa.com.ec

Decían los abuelos que “el que calla otorga”, pero ciertament­e hemos aprendido a lo largo de nuestra vida que hay silencios preocupant­es. Cuando el Ministerio de Educación calla, algo se está cociendo y a calderadas. Decimos esto porque hoy se desea normar sobre las becas que las institucio­nes particular­es otorgan, introducie­ndo un elemento nuevo de control, normas y prerrogati­vas que se demandan desde planta central, sobre acciones privativas de promotores y directivos institucio­nales.

En efecto, la Ley de Educación dispone que en los planteles privados deba existir un mínimo de becas; el Reglamento General de la mencionada ley, es más preciso y dispone que los becarios han de ser el 5 % de la nómina total del alumnado. Así se ha venido operando y trabajando desde hace ya mucho tiempo, sabiendo que incluso existen institucio­nes que extienden su abanico de becas algo más allá. Hoy, el deseo concentrad­or que siempre se agazapa entre las normas, busca entrar a regular también esta área de la administra­ción educativa que resulta sensible para las institucio­nes.

El hecho de becar, de conceder estudios gratuitos a determinad­os niños y jóvenes, tiene que nacer no solo de la voluntad institucio­nal o de la prerrogati­va de la ley; pensamos que por la naturaleza del hecho tiene que salir más bien desde la filosofía institucio­nal, desde la misión, visión y credo de la escuela y por tanto,

...es esencial que la selección del becario sea hecha con normas y perfiles claros y propios’.

es esencial que la selección del becario sea hecha con normas y perfiles claros y propios, que cada establecim­iento debe tener.

Las expectativ­as de este, del becario, para ser formado, tienen que coincidir con el mundo filosófico, ideológico, formativo y religioso del ente que propicia la beca, para que esta caiga en tierra fértil, florezca y dé los frutos esperados.

Por todo lo expresado, creemos que el Ministerio debe retirar sus manos de este tratamient­o. Cuidado y se inicia un proceso que más adelante termine en el sesgo y obligatori­edad de becar con nombres y apellidos.

Si no pueden hacerle bien a la educación particular, al menos no hagan daño.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador