Depravación en la casa del horror de California
Los 13 hermanos pasaban meses encadenados y se bañaban una vez al año ❚ Nunca habían visto a un policía o una medicina
Vivían de noche y dormían de día, por eso nadie los vio durante años. Los niños no comían, no veían la luz del sol, no sabían lo que era un agente de policía o una medicina. Finalmente, una joven de 17 años reunió el valor suficiente para salir por una ventana de su casa, llamar a la policía y sacar a la luz uno de los casos más espantosos de abuso infantil que ha visto Estados Unidos. El jueves se conocieron los primeros detalles de la casa de los horrores de Perris, California, donde la policía encontró a 13 hermanos, de entre dos y 29 años, desnutridos y malolientes, secuestrados por sus propios padres.
EL DETALLE Pena. Todos los cargos levantados contra Louise y David Turpin conllevan a una condena de entre 94 años de prisión y cadena perpetua.
La rueda de prensa del fiscal del distrito de Riverside, Mike Hestrin, para explicar los cargos contra David y Louise Turpin reveló el infierno que se ocultaba en un chalet de clase media a 120 km al este de Los Ángeles y que fue descubierto por la policía a las siete de la mañana del domingo pasado.
La familia entera se acostaba sobre las 5 o las 6 de la mañana, explicó el fiscal. La casa apestaba. A los niños solo se les permitía bañarse una vez al año. Si se lavaban las manos por encima de las muñecas, los castigaban por malgastar el agua.
Esos castigos incluían palizas y estrangulamientos, pero sobre todo consistían en ser atados a los muebles. Al principio, con cuerdas. Y después de que uno se escapara, empezaron a usar cadenas y candados. Esos castigos “duraban semanas o meses”. Tres de ellos estaban encadenados cuando la policía llegó. “Por las pruebas encontradas en la casa, no se les permitía ir al baño” cuando estaban castigados.
La única actividad que parecían tener permitida era escribir en diarios. Hay cientos, que son considerados fundamentales para la investigación.
La fiscalía cree que el maltrato duró mucho tiempo, aunque solo se refiere a hechos ocurridos desde que la familia se mudó a California en 2010. Primero vivieron en Murrieta y desde 2014 en Perris, dentro del mismo condado. Antes de eso vivieron en Fort Worth, Texas, durante 17 años. Son 12 cargos y no 13, porque el bebé de dos años sí aparentaba estar bien cuidado, explicó el fiscal.
Uno de los niños, de 12 años, tiene el peso normal de uno de siete. Otra hermana, de 20 años, pesa 37 kilos. La que logró escapar y denunciar tenía 17 años, aunque parece de 10.
Los 13 jóvenes están hospitalizados y recibiendo alimentación. Ninguno había visto un médico en al menos cuatro años. Además, muchos carecen de los conocimientos básicos sobre la vida. Algunos niños no sabían lo que era un agente de policía. Cuando a la de 17 años le preguntaron si había medicinas en la casa, preguntó qué era una medicina.
David Turpin trabajaba como contratista de empresas de defensa e ingresaba $ 140.000 al año. La familia tenía cuatro coches, pero se había declarado dos veces en bancarrota.
Los padres compraban comida para ellos, se la comían frente a sus hijos y no la compartían. Compraban pasteles, asegura el fiscal, y los dejaban sobre la mesa con la prohibición de tocarlos. En la casa también había muchos juguetes. Pero estaban en sus cajas. Los niños no tenían permitido tocarlos.
“Este es un comportamiento depravado”, resumió el fiscal Hestrin. “Como fiscal, hay casos que te afectan y te atormentan. A veces ves pura depravación humana. Eso es lo que estamos viendo aquí”.
PROCESO LA FRASE Hay casos que te atormentan. A veces ves pura depravación humana. Lo estamos viendo. MIKE HESTRIN, fiscal de Riverside