“Con la línea colombiana nos fue bien y se debe volver”
Leonel Montoya, colombiano, fue clave para la llegada de Hernán Darío Gómez, para la primera clasificación de Ecuador al Mundial. Aunque al directorio de la Ecuafútbol le queda un año, cree que no se puede estar más tiempo sin un seleccionador o con el aporte de Aguinaga. Él dialogó con EXPRESO. − Entre los candidatos para la selección está Jorge Luis Pinto. Con él se volvería a la línea colombiana. ¿Le conviene a Ecuador en este momento? − No solo es conveniente, es lo más lógico. Con la línea colombiana nos fue bien. Fuimos a tres Mundiales. Se cambió a la línea argentina con Gustavo Quinteros y nos fue mal. Considero que se debe volver a la línea exitosa. Y no solo está Jorge Luis Pinto, la carpeta de Francisco Maturana es muy valiosa. Luis Fernando Suárez también. Lo que interesa es tener un técnico pronto. − ¿Por qué esa urgencia? −Porque nos estamos quedando atrás. Los jugadores de los últimos procesos ya no son los mismos, están envejeciendo. Hay que hacer un cambio generacional y eso lleva tiempo. Chile, que tampoco jugará el Mundial, ya oficializó a Reinaldo Rueda. Le están dando el tiempo para que trabaje pensando en lo que se viene. − ¿Se podría aspirar a técnicos con renombre mundial? −Dicen que el problema es la plata. Los técnicos, bajito, piden tres millones al año. Pero si Chile puede, nosotros también deberíamos poder, si la selección es algo tan importante para el pueblo y para la historia de nuestro fútbol. − Con Hernán Darío Gómez se clasificó al primer Mundial y se lo trajo después de que no se pudo con Francisco Maturana cuatro años antes. ¿Por qué se retomó, entonces, una línea que no resultó? −Maturana hizo un buen trabajo y dejó parámetros que podían ser aprovechados por Bolillo (Gómez). Y así fue. Entre los dos hubo un período de Carlos Sevilla y Polo Carrera que no terminó bien. Allí, recuerdo que Luis Chiriboga le pidió a Rodrigo Paz que conforme una comisión para buscar un técnico y Paz me lo encargó. Recomendé al Bolillo porque sabía que era el momento exacto para él, por sus características no solo como técnico sino como motivador. − ¿Hay semejanzas entre el momento actual y lo que se vivía antes de Gómez? − Había división como la que se vivió al final del último proceso. Bolillo se encargó de unir al país. Eliminó el regionalismo. Llegó sin conocer el fútbol ecuatoriano y terminó conociendo todo. Apenas vino, hizo mejorar el trato desde los directivos hacia los jugadores. Ese paso fue importante. Después se encargó de unir a todos los entes. − Felipe Caicedo renunció a la selección. Christian Noboa tuvo un cruce de palabras con la directiva. ¿Qué debería hacer el nuevo DT con esos líos? − Bueno, aquí no solo es el entrenador. Cada quien debe respetar su lugar. Entiendo que el profesor Gustavo Quinteros, pese a la experiencia que tuvo en el país, no supo manejar las cosas. La verdad es que el puesto de entrenador es muy difícil. Tienes que caer bien a los jugadores, tener toda su colaboración y al mismo tiempo responder a los dirigentes que siempre se reúnen y buscan cosas para proponer. Algunos pueden tener intereses entre el grupo o se les va la lengua y dicen cosas que no deben. − ¿Cómo se lo soluciona? − Frente a frente, conversando el grupo de dirigentes y jugadores. Allí, que el jugador no tenga miedo de hablar, que diga la verdad de lo que está pasando o molesta. − Álex Aguinaga se perfila para ser el asistente técnico. ¿Cuánto ayudaría? − Muchísimo. Me parece que ya es hora de que también piensen en técnicos locales. Deberían traerlo porque conoce el fútbol ecuatoriano, lo lleva en el alma y siempre jugó bien para la selección. Hasta ahora la directiva ecuatoriana ha sido injusta con él porque debería ser el primero en contratarse.
Los problemas se arreglan frente a frente, entre dirigentes y jugadores. Y que el jugador no tenga miedo de hablar. ELECCIÓN INMEDIATA