La política y el deporte
El deporte en el mundo ha tomado tal importancia que, además de constituirse en una de las mayores distracciones que tenemos, se ha convertido, aunque no se lo quiera hacer aparecer así, como una demostración de poderío político. La mayor fiesta deportiva son los Juegos Olímpicos y, para lograr ser sede de los mismos cada dos años, los unos de verano y los otros de invierno, los Estados interesados, con años de anticipación dada la cantidad de países que compiten esas sedes, tienen que ser escogidos cumpliendo unos requisitos muy exigentes que representan inversiones muy elevadas que el Estado seleccionado pretende recuperar y que se convierte, además, en la mejor forma de impulsar el turismo. de medallas que se publican, como resultado de las competencias, en el fondo se lo toma como una lucha de poderes entre los países; o, de decadencia. Antes eran EE. UU. y la Unión Soviética los que encabezaban las listas de medallas ganadas. Ahora ya hay bastantes variaciones como, por ejemplo, el ingreso de Alemania en esa disputa y la caída de Cuba como potencia deportiva, producto seguramente de los graves problemas económicos que está pasando.
Con todos estos antecedentes podemos referirnos al papel que el deporte ha jugado en la política mundial. De lo que recuerdo, fue un paso muy importante que se dio en la época del presidente Nixon cuando, por primera vez, una delegación deportiva visitó China y se abrió el camino para establecer relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y el gigante oriental.
Más tarde, por los años ochenta, siendo sede Moscú, EE. UU. se negó a intervenir y muchos países, en solidaridad, también desistieron en participar, por los problemas generados en la Guerra Fría. EL PROBLEMA CON LAS COREAS Y EE. UU. En la actualidad, el mundo ha estado pendiente de las amenazas del dictador de Corea del Norte, con sus demostraciones para ser considerada como la primera potencia nuclear. Se ha aprovechado de China, que le surte de alimentos y productos de primera necesidad para poder compensar el gasto en armamento. Tampoco ha tomado en cuenta la postura de las naciones, en la que, por primera vez, las cinco grandes potencias no usaron el derecho al veto sino que declararon en contra de Corea del Norte por sus amenazas de lanzar cohetes capaces de llegar al territorio norteamericano.
La insistencia de Kim Jongun se convirtió en un verdadero juego de palabras con el presidente Trump, disputándose ambos quién tenía el botón rojo más grande para disponer de un enfrentamiento que ponía en peligro a toda la humanidad. De un momento a otro surge un posible arreglo inesperado: los Juegos Olímpicos de invierno que se efectúan en Corea del Sur, le interesan a Corea del Norte y ha pedido conversar para poder enviar a sus atletas. Ya se está informando de los detalles de esas conversaciones y de los sitios que se han escogido para dialogar, tanto en la sede de COI en Laussnne, como en largos túneles que dividen los dos territorios y que impiden que familias que se encuentran divididas, puedan encontrarse por orden de Kim Jong-un.
En artículos anteriores hemos advertido el peligro de una guerra nuclear. Hace poquísimos días el papa Francisco, al embarcarse para realizar su viaje a Chile se dirigió a los periodistas y les hizo notar un posible enfrentamiento nuclear. Espero que Corea del Norte empiece a darse cuenta de que la guerra no solo pone en peligro a él y a los millones de habitantes de su país, sino al mundo entero. Que una vez más, el deporte sea el pretexto para acercar a estos dos países hermanos y que luego tome la posta la diplomacia para un apaciguamiento de este afán guerrerista. SOBRE EL DEPORTE. Me aprovecho, ya que estamos hablando de la importancia actual del deporte, de la actitud que han tenido los dirigentes del club Barcelona de España quienes, al renovar el contrato de Messi no incluyeron la cláusula, si es que pretendiera rescindir el contrato, en caso de que Cataluña se separe de España. En este asunto no consentido, los catalanes tendrían que formar su propia liga y para acceder a las famosas competencias que se efectúan todos los años en Europa pasaría muchísimo tiempo.
Lo que sí es preocupante es que, con los millones y beneficios publicitarios que ganan los jugadores de fútbol y otros deportes, existan padres de familia o chicos que prefieran el perfeccionamiento en las canchas, que sus estudios en las escuelas.