Estalla la guerra del cuórum
Dos comisiones, Educación y Aampetra, no pudieron sesionar ayer ❚ Correístas y morenistas resuelven sus diferencias boicoteándose los unos a los otros
“Yo lo vi con estos ojos que se han de comer los gusanos”. La asambleísta Lourdes Cuesta (CREO) no tiene dudas: fue la intervención del correísta Augusto Espinosa la que dejó sin cuórum la reunión de Aampetra, la Comisión de la que ella forma parte, constituida para investigar los casos de abuso sexual en el sistema educativo. Media hora antes, Espinosa había vivido su momento de soledad perfecta en la cabecera de la mesa donde se reúne la Comisión que él preside: Educación. Solo su coidearia Amapola Naranjo asistió a la sesión que él había convocado. Se cree que los morenistas (entre ellos Silvia Salgado, su vicepresidenta y presidenta de Aampetra) decidieron quitarle definitivamente el apoyo: la guerra entre facciones de la revolución ciudadana se trasladó, como estaba cantado, a las comisiones. Y su primera batalla, la del cuórum, terminó ayer con empate a uno.
Pero, ¿qué fue lo que vio Lourdes Cuesta con sus propios ojos? El nombre de Augusto Espinosa en la llamada entrante en el teléfono celular de su compañero de comisión, el correísta Franklin Samaniego. Aampetra había sido convocada para recibir a la ministra de Inclusión y para conocer el borrador de su primer informe, nada menos. Samaniego completaba el cuórum necesario pero, en cuanto recibió la llamada de Espinosa, salió discretamente y no volvió. Que fue a una reunión de la Comisión de Justicia, dijo. Pero esta no empezó hasta hora y media más tarde.
Salgado se excusó con la ministra Berenice Cordero. Dijo que lamentaba haber perdido el cuórum “por temas políticos”. La verdad es que Espinosa podría achacarle lo mismo: ella había esperado a que él convocara a su Comisión para las 08:30, y solo entonces decidió convocar a la suya para las 09:00. Así aseguró su coartada.
El hecho es que Salgado solo tiene que sentarse a esperar: la presidencia de Espinosa en la Comisión de Educación peligra y ella sería la llamada para sustituirlo. Dallyana Passailaigue (PSC) fue la primera que puso sobre el tapete la posibilidad de destituir a Espinosa. Habló del descrédito que acarrea tener como presidente a un exministro de Educación cuya responsabilidad política en el escándalo de los abusos sexuales en las escuelas no ha sido desvanecida. Ella llegó ayer, pasadas las 08:30, constató la ausencia de sus compañeros y se retiró: “no seré yo -dijo- quien le dé cuórum a Espinosa”. E interpretó la situación con estas palabras: “Esta es una clara muestra de que la Asamblea no está dispuesta a quemarse las manos por el exministro”.
La guerra del cuórum se produjo al día siguiente de dos hechos significativos. Primero, las declaraciones de Lenín Moreno sobre el escándalo de los abusos sexuales: “Yo no permitiría que se violen niños -dijo el presidentey peor que haya ministerios alcahuetes”. En segundo lugar, el sorpresivo viraje de Noralma Zambrano y Teresa Benavides. Hasta antier correístas convencidas y soportes de Espinosa en la Comisión, aparecieron el miércoles, sorpresivamente, junto a Elizabeth Cabezas en una rueda de prensa morenista.
El caso es que Espinosa incomoda a medio mundo. Passailaigue dijo ayer que “no solo debe ser destituido sino enjuiciado políticamente”. Jimmy Candell, independiente, no llega a tanto, pero no disimula su insatisfacción con el proceso de reformas a la Ley de Educación Superior que conduce Espinosa y que él califica como “un maquillaje complaciente”. Otro miembro de la Comisión, Israel Cruz (CREO) piensa casi lo mismo.
Y para completar el cuadro, están los talleres que ha organizado Espinosa en varios puntos del país con los afiliados a la Red de Maestros, una suerte de UNE correísta pero sin el escalafón debido. Son, en realidad, mítines políticos de respaldo mutuo, costeados con fondos públicos, a los que el resto de integrantes de la Comisión, salvo Amapola Naranjo, dejaron de asistir.
Así las cosas, dos comisiones no pudieron sesionar ayer por falta de cuórum. La educación superior y la seguridad de los niños quedaron en suspenso hasta que correístas y morenistas solucionen sus desavenencias.
EL DETALLE La palabra de Espinosa. El 15 de noviembre, Augusto Espinosa prometió informar a su Comisión sobre el escándalo de abusos sexuales. No lo ha hecho. EL CHISTE DEL DÍA