El FMI, más optimista que el propio Moreno
En menos de un año el Fondo cambia las proyecciones sobre la economía ❚ Ahora coincide con los datos del Gobierno
LA CIFRA 2,7 POR CIENTO cree el FMI que Ecuador creció en 2017. El Banco Central lo estima en 1,5 %. EN AMÉRICA DEL SUR
En poco tiempo el Fondo Monetario Internacional (FMI) se volvió más optimista que el propio Gobierno. Atrás quedaron esas previsiones de octubre pasado que apuntaban a un crecimiento económico de apenas 0,6 %.
En enero la benevolencia sube al máximo, tanto que mientras el Banco Central estima un crecimiento del Producto Interno Bruto del 2 %, el organismo internacional prevé un 2,2% de desempeño en el año que corre. En un país con limitada inversión pública y privada, pareciera que toda la esperanza se cifra en el precio del petróleo y el acceso al financiamiento del Gobierno central.
Es más, mientras el mismo Banco Central se animó a vaticinar en 2017 un crecimiento del PIB del 1,5 % el Fondo lo estimó en 2,7 %.
“Las tendencias recientes de la economía mundial y de los mercados financieros son buenas noticias para América Latina”, señala el informe divulgado ayer: ‘América Latina y el Caribe en 2018: Recuperación económica en ciernes’.
“El crecimiento mundial y el comercio internacional están cobrando ímpetu y, según nuestras previsiones, ese auge continuará en 2018. El aumento de los precios de las materias primas también ha colaborado con el repunte de la región”.
Favorecida por esta mejora del entorno mundial, la recuperación económica de América Latina también está cobrando ímpetu, a medida que las recesiones de algunos países (Brasil, Argentina y Ecuador) llegan a su fin. Estimamos que el crecimiento regional fue del 1,3 % en 2017 (frente al 1,2 % proyectado en octubre), y proyectamos que la actividad se acelerará al 1,9 % en 2018 y al 2,6 % en 2019.
La economía de Ecuador experimentó una recuperación más rápida de lo previsto en 2017. La reactivación estuvo respaldada por la recuperación parcial de los precios del petróleo y por la ampliación del acceso a los mercados financieros internacionales.
“El nuevo Gobierno se está esforzando por sumar al sector privado a la lucha contra la corrupción, lo cual podría beneficiar a la economía a más largo plazo. A corto plazo, la economía sigue siendo vulnerable a shocks externos, situación que requiere recortar el déficit fiscal y recuperar la competitividad a través de reformas estructurales”.