Quito los obliga a replantearse
lopezjo@granasa.com.ec l ATP 250 de Quito es un torneo distinto. Obliga a los deportistas a realizar varios cambios en sus hábitos, para tratar de minimizar los efectos de los 2.200 metros sobre el nivel del mar, donde está ubicado el club Jacarandá.
Y estos detalles, ignorados a simple vista, pueden desequilibrar la balanza a su favor.
La primera modificación está en la tensión de las cuerdas de su raqueta. Según Álex Canchigña, el encargado de encordar durante el torneo, un 80 % de los participantes pide una mayor tensión para ganar control sobre la pelota.
Una de las principales fallas en los partidos es que los golpes se van largos y la pelota se pierde en el fondo.
Contrario a la mayoría, el tricampeón Víctor Estrella Burgos
EQUITO
La intensidad de las prácticas, la estrategia de juego, el ajuste de las cuerdas y la alimentación cambian durante el torneo en la altura
apuesta a menor tensión. Así, la pelota va más rápida y aprovecha sus fuertes saques.
La preparación física es menos intensa porque cuesta más recuperarse. Se prioriza un trabajo de mantenimiento.
Según Javier Nalbandián, entrenador del argentino Facundo Bagnis, “hay que hacer ese cambio porque en el resto de la gira se vuelve al llano”.
Aunque, él considera que es más importante lo mental. “Uno debe permitirse cometer más errores porque es más difícil jugar acá. Si te calmas, estarás bien”, señaló.
La estrategia también se altera. Se apunta a los juegos cortos, con golpes más precisos. Caer en juegos largos implica un mayor desgaste físico.
La alimentación es la cuarta modificación. El médico del torneo, José Reinhart, aconseja aumentar el consumo de agua y cambiar la dieta a harinas integrales, frutas y verduras.
“El tenista se deshidrata más rápido en la altura. Usa más energía y es necesario modificar el hábito alimenticio para compensar”, concluyó.