Lanzó ‘Una novela criminal’
El escritor Jorge Volpi en el país. La obra analiza una conspiración emblemática
La lluviosa mañana del 9 de diciembre de 2005, México entero despertó ante la captura en vivo más espectacular de su historia. Los dos noticiarios más populares del país transmitían la captura de dos secuestradores y la liberación de tres víctimas, entre ellas, un pequeño niño.
Para un país harto de los secuestros y la violencia, que había escalado desde que su entonces presidente, Felipe Calderón, declaró la guerra al narcotráfico, fue un triunfo. Un logro que fue celebrado con un castigo ejemplar; una sentencia de 60 años de cárcel para Israel Vallarta, el supuesto líder de la banda, y Florence Cassez, la francesa que hasta poco antes había sido su pareja.
Pero los cabos empezaron a soltarse de a poco y un día un programa de investigación del propio canal que había transmitido la captura lo reveló; las imágenes que habían transmitido en vivo habían sido un montaje pactado entre el Ministerio del Interior de ese país y los medios.
De ahí en adelante, el com- plejo caso de los supuestos secuestradores cayó en una serie de contradicciones y encubiertos que culminó años más tarde con un lío diplomático y la liberación de la francesa.
Este fantástico caso, que parece borrar las líneas entre la realidad y la ficción, fue el que impulsó al escritor Jorge Volpi a escribir ‘Una novela criminal’, obra que indaga en los pormenores de la investigación policial, los elementos que llevaron a la captura de los involucrados y las excusas que usaron las autoridades mexicanas para forjar un crimen que tiene de todo menos veracidad.
El autor presentó la obra, que ganó recientemente el premio Alfaguara, en Quito y Guayaquil esta semana. El proceso de análisis y recopilación tardó tres años, durante los cuales este también entrevistó a los involucrados y a sus familias, y volvió a entrevistar a algunas de las autoridades involucradas.
Pero ¿es posible escribir esta historia sin parcialidades? Volpi cree que sí. “Creo que es fácil empatizar, es normal, sobre todo porque sientes mucha furia ante una injusticia de estas proporciones. Pero sí creo que me mantuve imparcial, dejé que los datos hablaran… La historia me interesó desde el inicio porque la ficción del caso fue hecho por las propias autoridades, lo que me parecía más escandaloso e inverosímil”, señaló a EXPRESO.
Este añadió que escribir la obra le costó y que existió una primera versión, de 800 páginas, y escrita en tercera persona que debió ser descartada. “Tengo algunos lectores amigos, a los que les di el libro y me dijeron que era horrible, aburrido, ilegible. Tuve que empezar de cero”.
Ahí, señaló Volpi, entró el componente literario, una voz que, al encontrar contradicciones, guía al lector hacia posibles respuestas de lo que pudo suceder.
Consultado sobre si esperaba con esta novela conseguir que se procesaran a los culpables, o mejorar la situación de Vallarta, que aún continúa en prisión, se detiene. “No. Pero sí quería mostrar una realidad. En México aún mucha gente cree que Israel Vallarta y Florence Cassez son culpables… No sé si al final he llegado a una verdad, pero es más frustrante descubrir cómo las autoridades hicieron hasta lo imposible para que no se pudiera saber la verdad”.
El escritor también agregó que quizás por eso decidió participar con la novela en el Premio Alfaguara, para que “se conociera fuera de México”.