El corviche, con casa propia en el norte
Abrió hace 11 años en El Cóndor. También oferta empanadas y encocado
La especialidad de la casa es una masa compacta de plátanos molidos rellena de albacora que se dora en aceite y se sirve acompañada de una salsa de vegetales marinados en zumo de limón. Nada complicado si se lo lee así. Sin embargo, algún secreto debe existir de por medio cuando el sabor de este producto que los ecuatorianos conocen como corviche, se diferencia según el lugar donde se lo pruebe. De esto habla Luisa Tenorio Lemos, una rioverdeña (Esmeraldas) que lleva siete años a cargo de un lugar donde cada día vende hasta 300 corviches.
“Creo que la sazón es importante, pero también el amor que una le ponga durante su preparación”.
Luisa tiene 50 años y de 14 llegó a esta ciudad.
Trajo al mundo tres hijos; uno de ellos murió en 2016, de forma trágica. Sobre los otros, uno trabaja con ella, mientras que el menor es seleccionado provincial de boxeo.
La cocina fue la manera en que decidió ganarse la vida cuando nació su primer hijo. Antes de esto, laboró por un año en el Banco Nacional de Fomento, en el área de archivo. “El banco no me botó, yo me salí de ahí porque quería ser una buena madre”.
Lo primero que hizo fue vender tortillas de plátano en una esquina de las calles 11 y 4 de Noviembre.
Fue luego de esto que llegó al sector de El Cóndor, donde ahora es dueña de un negocio que se llama La Casa del Corviche (calles Destacamento Base Sur y Tiwintza). “Trabajé para un señor que tenía un local que se llamó El Corvichón. Él lo quiso cerrar, pero yo le pedí que me lo venda”.
En siete años el negocio se consolidó. Su fama se regó por todo el sector, tanto que despertó el interés por abrir más negocios con la misma especialidad. “Abrieron unos cuantos, pero no les fue bien y cerraron, solo hay un par todavía, creo”.
Aunque por su nombre se puede creer que solo oferta corviches, no es así. En donde exhibe variedad en la carta del menú es con las empanadas de verde. Como ella dice: “Son de cinco sabores”. Se refiere al relleno, que puede ser de camarón, cangrejo, pollo, queso y res.
Otra de sus especialidades es el encocado, también de pescado, pero además de camarón y cangrejo.
Cada semana un camión llega a su casa, en el sector de la calle 20 y Domingo Savio, cargado de racimos de verdes. Es la materia prima de un producto que en el local de El Cóndor tiene una seña particular: el amor que Luisa entrega a su trabajo.
LA FRASE