Diario Expreso

El dolor, su estímulo para recorrer el mundo

-

Un tiro en el pecho le quitó a su hermana y frenó uno de sus más grandes sueños: conocer el mundo junto a ella. Parecía un día habitual. Salió de su trabajo a la hora de siempre, recorrió las mismas calles para llegar a su casa, sin embargo, la policía en la puerta de su hogar le advirtió que esa noche sería diferente. Al entrar la noticia más inesperada lo recibió. Era su hermana menor, Cinthia, que según la versión oficial se había suicidado.

A Michael, quien para entonces iniciaba una vida profesiona­l exitosa en una entidad bancaria, aceptar la ausencia de su hermana fue muy dolorosa.

La extrañaba demasiado. Llegaba a casa deseando encontrarl­a en la sala viendo películas o escuchar su voz mientras hablaba por celular.

Juntos vivieron una niñez amarga debido a los malos tratos de su madrastra. Aún recuerda que el día después de su cumpleaños 18 empacó unas maletas para mudarse a un pequeño departamen­to. Estaba ansioso por irse. Sentía como si huir de ese hogar fuese una gloria alcanzada.

Sin embargo, antes de salir algo lo detuvo. Era el llanto de su hermana de quince años. No podía escapar solo así que se la llevó. Él le prometió estar siempre para ella, cuidarla y protegerla. A esta serie de promesas se unió una un poco inusual: trabajar para reunir dinero y juntos recorrer el mundo.

La primera parte del pacto se cumplió. Él laboraba continuame­nte para ese objetivo. Pero, a medida que la economía mejoraba, el sueño se postergaba.

Después de la partida de Cinthia, Michael no le daba la oportunida­d a la melancolía de embargarlo. Salía de su trabajo y recorría las calles como taxista. Así llegaría a su casa lo suficiente­mente cansado para no llorar.

Intentaba continuar con su vida, pero sentía que el sueño construido con Cinthia lo llamaba. Una mañana despertó y descubrió que su trabajo, casa y rutina le significab­an ataduras.

Vendió todo y se dedicó a viajar por el mundo llevando consigo la foto de su hermana para mostrarle cada destino que juntos debían haber visitado. Sin embargo, no está triste. Ahora sonríe. “Chulla vida, hay que vivirla y ser feliz”, sostiene.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador