Las Herrerías, un barrio morlaco nutrido de historia
Es una calle donde se concentraron los herreros de Cuenca desde la etapa colonial ❚ Actualmente quedan pocos que heredaron el oficio de sus ancestros
Las Herrerías es un sector ubicado al sureste de Cuenca; es una calle de apenas unos 700 metros, la más antigua de la ciudad. Fue ahí donde se asentaron los artesanos en la forja del hierro, inicialmente para dar asistencia en el cambio de herrajes a los caballos de los grupos de viajeros y visitantes mucho antes del año 1557, fecha en la que se fundó Santa Ana de los Ríos de Cuenca, refieren en sus textos el historiador ya fallecido Antonio Lloret y el cronista de Cuenca, Eliécer Cárdenas.
LA CIFRA 400.000 DÓLARES es el costo aproximado que tendrá la conservación de las edificaciones patrimoniales.
En esta calle junto al barrio emblemático de El Vergel, y parte de las avenidas Doce de Abril y Diez de Agosto, se levantan alrededor de 24 edificaciones que mantienen su estructura ancestral de bahareque, adobe, carrizo y techo de teja, reconocidas como patrimoniales. Fue ahí donde varias generaciones de artesanos, por décadas, inscribieron la historia del arte de hacer utilitarios y artículos forjados en hierro.
Hoy esta es una calle convertida en ícono de la urbe. Son pocos los herreros que mantienen sus talleres activos, junto a locales de preparación de tortillas de maíz en recipientes de barro, quehaceres emblemáticos de Cuenca. El barrio forma parte de la ‘Campaña de mantenimiento de las edificaciones patrimoniales’, que comprende el proyecto ‘Ciudad Patrimonio Mundial’ de la Universidad de Cuenca.
Se prevé que los bienes reci- ban un mantenimiento general en sus cubiertas y fachadas. Lleva el nombre de barrio de Las Herrerías, según el investigador Adolfo Parra, porque fue ahí donde se asentó el grupo de herreros en la naciente Cuenca para aprovechar el ingreso a la ciudad y cambiar los herrajes de los caballos de los viajeros que pasaban por la urbe.
Es por donde pasó el Camino del Inca que conectaba al Tomebamba con el Cuzco, y en la época colonial constituyó la puerta de ingreso a la ciudad, anota Parra en su obra ‘Rostros de los barrios de Cuenca’.
Hasta hace un siglo, ese barrio fue habitado por herreros y sus familias hoy se dedican al oficio. Ellos dan forma al hierro mediante el calor y golpes con combos para hacer aldabas, candados, cruces, armellas, bisagras, herraduras y demás elementos que son adornos en las viviendas y museos.
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