Un ‘todopoderoso’ del Vaticano será enjuiciado
George Pell será juzgado por presuntos abusos sexuales a menores ❚ Es el número tres en la jerarquía de la Iglesia católica
El cardenal George Pell, jefe de las finanzas del Vaticano y consejero directo del Papa se sentará finalmente en un banquillo australiano imputado por su relación con varios casos de abusos a menores. Un tribunal de Australia ha decidido ayer que el ‘todopoderoso’ purpurado, de 77 años, una de las personas más influyentes de la Santa Sede hasta que en junio pasado abandonó sus funciones temporalmente tras ser imputado, deberá responder por unas acusaciones que le han acompañado durante años permitiendo, incluso, que fuera nombrado para uno de los cargos de mayor relevancia del actual pontificado.
EL DETALLE “Inocente”. El clérigo se declaró “no culpable” de los hechos que se le imputan, reafirmando así la postura que ha mantenido desde que estalló el escándalo.
La jueza Belinda Wallington comunicó su decisión a las puertas del Tribunal de Magistrados de Melbourne, la capital del Estado de Victoria, ante el que Pell se declaró inocente de todos los cargos que se le imputan. En un momento en que el papa Francisco trata de corregir los históricos errores de la Iglesia, el cardenal es la máxima autoridad del clero que afronta un juicio por presunta pederastia. La decisión concluye el proceso judicial preliminar que comenzó el 5 de marzo para investigar las “múltiples” acusaciones de presunto abuso sexual a menores, supuestamente cometidas por Pell o encubiertas bajo su mandato.
La Santa Sede, a través de su portavoz, Greg Burke, respondió que toma nota “de la decisión dictada por la autoridad judicial australiana. El año pasado el Santo Padre le dio un periodo de excelencia para poderse defender de las acusaciones que le fueron realizadas. Y tal disposición continúa vigente”. Unas palabras que subrayan la idea de que Pell no está apartado de su cargo y que, de algún modo, el Vaticano confía en su inocencia hasta que se demuestre lo contrario. Sin embargo, algunos cuestionan ahora la conveniencia de haberle elegido para un puesto tan sensible cuando le acompañaba la sombra de todos estos casos.
La jueza, de hecho, ha estimado que hay suficientes pruebas para enjuiciarlo por los delitos sexuales que se le atribuyen. Sin embargo, los detalles, el número y la naturaleza de estos, así como los datos de las víctimas, no fueron revelados por razones legales. Pell ya fue inculpado en las últimas fases de una larga investigación, ordenada por el Gobierno australiano en 2012, sobre las respuestas institucionales aportadas en Australia a los supuestos abusos sexuales a menores.
El proceso contra Pell comenzó después de que el cardenal declarara en tres ocasiones como testigo ante la Comisión Real que investigó la respuesta de las instituciones públicas y religiosas de Australia a los abusos sexuales de menores cometidos en su seno.
Según la Comisión, la Iglesia católica recibió quejas de 4.500 personas por presuntos abusos a menores cometidos por unos 1.880 miembros de la institución, sobre todo sacerdotes, entre 1980 y 2015, aunque algunos casos se remontan a la década de 1920. Sin embargo, la Comisión no investigó los presuntos casos de pederastia de Pell.
La investigación reveló que el 7 % de los sacerdotes habrían sido acusados de abusar de niños en Australia entre 1950 y 2010, aunque estas acusaciones nunca fueron investigadas. De los 4.444 supuestos incidentes denunciados, más del 15 % de los curas habrían estado implicados en ellos, según la investigación.