“Salimos de nuestros hogares sin saber con qué demente nos encontraremos en la calle”

El ataque que sufriera una joven peruana de 22 años el martes 24 de abril por parte de un pretendiente no correspondido es una advertencia para aquellas personas que reciben regalos de una persona a la cual nunca van a aceptar.

El hombre galanteaba a la víctima desde octubre del 2015, pero ella se negó a aceptarlo indicándole que tenía novio, pero el año pasado al verla triste, el atacante le regalo un peluche y un ramo de flores, aunque mostrando molestia, ella los aceptó.

Ese detalle fue suficiente para que la mente enferma del victimario tenga esperanzas sobre la joven, al confirmar que todo intento de conseguir su corazón era fallido, decidió desfigurarle el rostro echándole gasolina, ataque perpetuado dentro de un bus de transporte público. Pero, al lanzar el combustible no solo cubrió la cara de la joven sino también otras partes del cuerpo de esta y a diez personas, quienes en su calidad de pasajeros ubicados cerca a la víctima, resultaron quemadas. Salimos de nuestro hogar sin saber qué demente se cruzará en nuestro camino y somos afectados sin tener arte ni parte. La Biblia en 1 Pedro 5:8 nos dice: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. Estemos alerta.

Econ. Marysol del Castillo