La reacción del mercado
EDITORIAL
El índice de riesgo-país bordea por estos días los 700 puntos bases, y, si se toma el costo de la tasa marcadora del Tesoro americano, el puntaje es de alrededor de 1.000 puntos base. Dicho de otra forma, una vez reducidos los puntos bases a porcentajes, el costo para el Ecuador de emitir bonos en los mercados de capitales se ubica en alrededor de 10 %. Si se toma en cuenta los riesgos originados en la mala reputación del Gobierno en el manejo de su deuda, la cifra sube a 11 %, siempre asumiendo que hay créditos disponibles.
Son intereses que ninguna economía puede aguantar sin comprometer su viabilidad. Más aún, en el caso de la economía ecuatoriana el cuadro vigente es uno de agresión por causa de los efectos recesivos y deflacionarios que la han aquejado desde mediados de 2014. Es tan precaria la situación que los bonos ecuatorianos a 10 años, tal como lo reseña la prensa especializada, se hallan en realización pues los títulos que hace escasamente un mes tenían un rendimiento de 7,75 % hoy se aproximan al 10 %. El rendimiento, que es el valor resultante del cómputo de la tasa de interés del cupón más el descuento sobre el valor facial del instrumento, mide el apetito del mercado respecto de la oferta, y lo que el mercado está diciendo es que la valoración que se hace de la deuda ecuatoriana tiene calificación de “basura”, solamente superada por los rendimientos de la deuda venezolana, que sigue siendo un caso aparte.
Que el riesgo país suba al mismo tiempo que sube el precio del petróleo es una paradoja
Pero es aquí cuando entran en juego las taras originadas en el “impasse” legal surgido al haber sobrepasado los límites legales de la deuda...’.
pues, al mejorar las perspectivas de los ingresos, debe bajar la percepción de riesgo de incumplimiento. Pero es aquí cuando entran en juego las taras originadas en el “impasse” legal surgido al haber sobrepasado los límites legales de la deuda; por la falta de iniciativa gubernamental para encarar el problema y la ausencia de un programa económico sustentable; y finalmente por la deteriorada imagen de la ministra de Finanzas en los mercados internacionales.
Es una situación delicada. El Gobierno requiere de más financiamiento para poder hacer el servicio de la deuda y proseguir con su actividad. Lo hemos advertido ya incontables veces: se ha jugado por mucho tiempo con una fórmula de manejo económico que solo conduce al fracaso.