¿Abandonicidio?
El exvicepresidente de la República ha presentado una demanda porque cuando supuestamente él “abandonó” el cargo, no hubo “control previo” de constitucionalidad del hipotético “abandonicidio” por parte de la Corte. ¡Beep! ¿Qué pasó, Mr. Glas? Su mandato no terminó por “abandono del cargo”, sino por ausencia definitiva. Son dos causales distintas y perfectamente diferenciadas. Va a ir usted a hacer el ridículo ante los organismos internacionales si decide recurrir a dichas instancias. Le explico: si usted es el vicepresidente, puede terminar su mandato porque renuncia o porque se muere. ¿No es lo mismo morirse que renunciar, verdad? Igual sucede si se ausenta de la vicepresidencia por fuerza mayor, como la orden de un juez, o -por el contrario- si decide “abandonar” el cargo, como sucedió en la época del expresidente Mahuad, que abandonó el país. Ya en esa época se requería una declaratoria previa de abandono del cargo por parte del Congreso. Lo sé porque yo la redacté. Ahora es igual, porque así lo dispone la ley de la materia en su artículo 144, numeral 5: al referirse a la necesidad de que la Corte Constitucional haga control previo de constitucionalidad, la ley le ordena a la Corte hacerlo comprobando “el abandono del cargo del presidente de la República, previa declaración de la Asamblea Nacional”. Es decir que el control de constitucionalidad de la Corte solo procede para el caso de abandono, no para la ausencia definitiva porque la ley no lo exige. Y adicionalmente requiere una declaratoria de la Asamblea como la que yo redacté en la época de Mahuad. ¿Usted la tiene? ¿Alguien la ha visto? No. ¿Sabe por qué? Porque no existe. La Asamblea no ha hecho tal declaratoria porque no se necesita. Además, insisto: usted no terminó su mandato por “abandono” que requiere el control de constitucionalidad de la Corte- sino por ausencia definitiva, que no lo requiere por mandato de la ley. Esto es tan claro que no va a ofrecer problema alguno de comprensión en instancias internacionales cuando los abogados del Gobierno -ojalá- lo expliquen. Evítese el ridículo. Todavía está a tiempo.