Duelo de alta tensión
n clásico sin nada en juego? Que todo el mundo tenga claro que eso no existe. El Barcelona - Real Madrid tuvo de todo: golazos, lesiones, expulsiones, enfrentamiento entre jugadores y, cómo no, polémicas arbitrales. Al final, un empate (2-2) que deja mejor sabor de boca a los locales, que van camino de acabar la Liga española sin perder ni un solo partido.
Zinedine Zidane sorprendió con su alineación, plagada de titulares, pese a tener a puertas la final de la Liga de Campeones. El mensaje fue claro, al Camp Nou se iba a competir. Sin pasillo, como había anunciado el entrenador galo, el Barcelona salió con ganas de demostrar el valor de su doblete. Varias llegadas seguidas de los azulgrana acabaron con el primer gol. Sergi Roberto encontró la habitual autopista a la espalda de Marcelo y su centro lo empalmó Luis Suárez.
La respuesta del Madrid fue inmediata y poco tardó en empatar Cristiano, con susto incluido. El luso entró con todo a rematar en el área pequeña y se torció el tobillo cuando Piqué trató de evitar el gol.
Pudo marcar de nuevo Ronaldo en dos ocasiones, pero Ter Stegen lo evitó primero y su zurdazo se perdió por poco después. El partido era ya de un claro color blanco, y los de Valverde suspiraban por el descanso. Sin embargo, antes del final de la primera parte, una agresión de Sergi Roberto a Marcelo, absurda a todas luces, dejó a los culés con diez.
El descanso dejó en los vestuarios a Cristiano, en principio por precaución, y Messi lo aprovechó para sacar a pasear su genialidad. Recortó en el área y batió a Keylor de un zurdazo, aunque antes hubo una clara falta de Luis Suárez a Varane. Más polémica. Los mejores momentos del Barça llegaron, pero Keylor evitó el segundo gol de Messi.
El cansancio llegó a un Barça con diez, y la insistencia madridista encontró su premio en un ajustado disparo de Bale que puso el empate. El Real Madrid, sabedor de su superioridad numérica, apretó en los minutos finales y reclamó un penalti que pareció claro de Jordi Alba a Marcelo. El árbitro no quiso saber nada, y allí murió el clásico. Reparto de puntos que deja al Barça a punto de completar toda una Liga invicto y a los blancos satisfechos al menos con su buena imagen.
EL DETALLE Genio. Andrés Iniesta disputó su último derby español. Fue reemplazado por Paulinho y le dio la cinta de capitán a Lionel Messi. Con el título de Liga asegurado, el Barça lucha por terminar la temporada invicto. Ayer salvó un empate en inferioridad numérica