Serrano llega tarde y acaba en trifulca
Un juez declaró desierta la querella que puso en contra de Mario Pazmiño
José Serrano, expresidente de la Asamblea, llegó atrasado al juicio por calumnias que puso en contra del exdirector de Inteligencia Mario Pazmiño.
Ese retraso significó la declaratoria de desierta de la querella planteada por el exministro. El juez Máximo Ortega señaló que oportunamente se resolverá si se declara o no maliciosa y temeraria la querella.
Además del revés judicial Serrano tuvo que escuchar gritos e insultos de parte de los acompañantes de Pazmiño y del político Fernando Balda. Ocurrió afuera de la sala de audiencias.
A su paso por el pasillo del cuarto piso del Complejo Judicial norte de Quito, a Serrano le gritaron por varias ocasiones ‘corrupto’, ‘preso’ e insultos inherentes a su gestión.
Y él no se quedó callado. “De uno en uno los cobardes”, les repitió mientras se refugiaba en la sala de audiencias acompañado por su abogado Christopher Gallegos.
El intercambio de palabras duró unos minutos. Personal policial y de la Judicatura resguardaron al asambleísta.
Pasado el peligro Serrano anunció que defenderá el honor suyo y de la familia e insistirá en que se juzgue a Pazmiño por calumnias al haberlo relacionado con el narcotráfico.
Insistió en que impulsará una acción civil por daño moral en la que reclamará 10 millones de dólares que serán destinados a Solca y a Pedernales.
El exministro defendió su actuación al frente del Ministerio del Interior y reivindicó la actuación de la Policía en el combate a la delincuencia.