Aniversario gubernamental
Evaluar el primer aniversario del actual gobierno impone hacerlo contextualizando realidades pasadas y presentes, y perspectivas futuras. El Gobierno puede reivindicar el cambio de un modelo autoritario a otro más democrático. Hoy se respira otro ambiente, se ha superado una época donde imperaba el temor; hay libertad de expresión y opinión -que antes fue atacada y reprimida-, las funciones e instituciones del Estado ya no están al servicio del gobierno.
Existen avances en transparentar actos de corrupción, aunque falta mucho por hacer. Es imperativo que los atracos a los fondos públicos no queden en la impunidad, que el dinero robado regrese a las arcas fiscales. Son tan numerosos y cuantiosos los latrocinios que provocan rechazo y repugnancia por el grave e irreversible daño hecho al país.
Fue acertado convocar a consulta popular y nombrar un Consejo Transitorio de Participación Ciudadana y Control Social, como mecanismo para devolver independencia a los organismos de control, a las funciones Judicial y Electoral, y terminar con la posibilidad de reelección indefinida de quien ejerció la presidencia abusando del cargo.
Hay quienes esperan mucho más del Gobierno, que erradique todo vestigio de vínculo con la década pasada, en que prevaleció el derroche de recursos públicos, de un Estado que todo lo decidía; en ese aspecto se justifica un giro radical. Tiene tres años el Gobierno para ejecutar acciones que superen palabras comedidamente dichas, tomar medidas para que el perjuicio causado a los ecuatorianos sea resarcido. El nombramiento del ministro de Finanzas
Existen avances en transparentar actos de corrupción, aunque falta mucho por hacer. Es imperativo que los atracos a los fondos públicos no queden en la impunidad’.
liberalizará la economía, configurando un gobierno híbrido en el que el frente económico está confiado al sector privado con ministros de esa tendencia y el sector social a ministros cercanos a tesis socialistas. No quedan dudas de la parte humana del presidente Lenín Moreno; debe asumir un claro liderazgo, con una hoja de ruta y metas que eviten una dualidad de posiciones al interior del gobierno. Nos corresponde a todos cuidar la democracia, para no regresar a los oscuros días vividos con el anterior gobierno.