El soplón
En su informe a la nación, el presidente anunció que presentará el proyecto de Ley de Extinción de Dominio, que permitirá que los bienes producto de la “corrupción, lavado de activos o delitos similares, se reviertan al Estado”. En esa misma línea, la cabeza del Legislativo ofreció una ley dedicada a la recuperación de los recursos vinculados con casos de corrupción, tras reconocer que “de la noche a la mañana, han florecido fortunas mal habidas”. ¡Novedad!
Mientras soberana odisea ocurre, la de recoger firmas en la Asamblea para colosal “harakiri” de algunos, el Ejecutivo debe continuar “ordenando la casa”, disponiendo que la Superintendencia de Compañías cruce información con el SRI, el Registro de la Propiedad y demás organizamos de control, para identificar a las personas naturales y jurídicas que, teniendo cero ingresos, poseen como activos apoteósicas mansiones y cuantiosas fortunas, en evidente calidad de testaferros. Con certeza, una vez notificados, muchos empezarán a “soplar” de quién verdaderamente son los bienes, ante la imposibilidad de justificar su adquisición.
Los soplones son herramientas indispensables, utilizadas en varios países del mundo para dar con los participantes en un delito y enterarse en detalle, de dónde están las “fortunas mal habidas”.
Si bien la Unidad de Análisis Financiero y Económico ha hecho un excelente trabajo identificando operaciones inusuales e injustificadas en “compra de bienes inmuebles”, es necesario más; hace falta alguien que le ponga el cascabel al gato y coadyuve a identificar la ruta del dinero, pues siempre hay alguno que sabe dónde está o quién lo tiene.
Aplaudimos la iniciativa legal para extinguir el dominio de los bienes provenientes de actividades ilícitas, pero seamos realistas, a nadie le gusta inmiscuirse en temas judiciales de terceros. Por ello es necesario abrir un nuevo portal de “denuncias reservadas” e incentivar a los soplones para que empiecen a cantar; es solo cuestión de un poquito de voluntad para tener la información que dizque tanto buscan y dicen que no encuentran.