Los bloques del Seguro reclaman alumbrado
En el sector de la Machala y Camilo Destruge colocaron postes y no lámparas ❚ La delincuencia se ha incrementado
En la herradura de la calle Colombia entre Machala y José de Antepara, donde se levanta una de las cuatro edificaciones que el Seguro Social puso en alquiler en la década de los setenta, una sola lámpara ilumina el sector. Los otros tres postes permanecen apagados y los focos que los vecinos han colocado en el soportal del vetusto edificio han sido sustraídos.
En el piso es fácil observar restos de colillas de cigarrillos, palillos de fósforos, excrementos y basura común. Es lo que dejan los “fumones”, dice Gabriel Gallardo, uno de los residentes del sector que se queja del mal olor, la delincuencia y la oscuridad que la solapa.
EL DETALLE Edificios. En el sector funciona un centro educativo, el centro de salud No. 10 y una institución para personas con discapacidad, además de negocios.
“Aquí todos los días molestan los fumones. A mí incluso me han querido agredir, o me han pedido un dólar. Yo no les he dado porque sé que es para su vicio. Lo hacen en la noche, porque como el sector es oscuro, se presta para la delincuencia”, asegura.
Del lado de la calle Machala y Camilo Destruge un vecino también alerta el problema: el vecindario es peligroso a casi cualquier hora, “hay que estar atentos porque el rato menos pensado le pueden asaltar”, dice.
En ese sector, a partir de que pasó la regeneración urbana olvidaron colocar unas luminarias, recuerda Manuel Cajas, residente en el sitio hace 40 años.
El hombre, que ha crecido en uno de los bloques de vivienda del IESS, conocidos también como los bloques del Forestal por estar detrás de ese parque, rememora el año en que empezó la regeneración: 2014, cuando instalaron el paso de la metrovía y colocaron una estación para ese sistema de transporte.
“Empezaron con la remoción de tierra, tardaron varios meses; el paso de las maquinarias destruyó el concreto de la vereda, por lo que fue reconstruida, y aprovecharon eso para dejar soterrados los cables de servicios, pero se olvidaron de colocar las luminarias”, sostiene.
Son seis postes ubicados en hilera que no cuentan con las lámparas por lo que el sector se torna oscuro en las noches, lo que genera delincuencia.
“En la mañana, de siete a nueve, se roban los accesorios de los vehículos. De ahí es a partir de las dos de la tarde, y después de las seis, siete de la noche, cuando los establecimientos aledaños cierran”, explica.
Cajas manifiesta que ha reportado esta situación a la Corporación Nacional de Electricidad, desde octubre de 2016. En abril de este año reportó además el hurto de dos focos, pero hasta ayer no hubo atención por parte de la institución.
Para la entidad, no existe la no colocación de las lámparas y se trata más bien del hurto de seis luminarias de 150 voltios que serán sustituidas esta semana, respondió a EXPRESO su Departamento de Comunicación.
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