EN SEATTLE
y San Francisco el empleo en el sector ha crecido 20 % desde que se equiparó el mínimo.
una ley que obligue al cliente a dejar el 20 %, pero es un pacto tácito que ahora se está poniendo en cuestión en el país americano. El Restaurant Opportunities Centers (ROC) United, organización nacional de defensa de trabajadores de restaurantes y promotor de la Iniciativa 77, rechaza el sistema por tres razones: hay empresas que no compensan a sus trabajadores, existe discriminación contra los empleados afroamericanos (reciben hasta un 25 % menos de propina que los blancos) y las mujeres se ven más expuestas a sufrir acoso sexual.
A pesar de los peros, los gerentes y empresarios hicieron una campaña del miedo para que la iniciativa no saliera a flote. Los argumentos eran que, si se aprobaba, subirían los precios de los menús y obligarían a cerrar a negocios pequeños. Lo que no decían era que a ellos les supondría pagar más impuestos y otorgar garantías médicas.
¿Ganarán o perderán dinero sin las propinas? En San Francisco y Seattle desde que se equiparó el sueldo mínimo, el empleo en el sector ha crecido y los camareros ganan un 20 % más que antes. Pero sus sectores hosteleros son potentes. Por otra parte, queda una grieta en Washington: aunque los ciudadanos han votado, tanto la alcaldesa demócrata Muriel Bowser, como 10 de los 13 miembros del Consejo Municipal se han opuesto públicamente a la medida. Podrían anular la iniciativa ciudadana. Pero hacerlo sería entrar en un territorio peligroso, que en año electoral, puede ser mortal.