Ecuador se encamina a la Alianza del Pacífico, pero con menos beneficios
No es lo mismo ser un país asociado, que un miembro permanente
Ecuador ha empezado a trazar la ruta para ser parte de la Alianza del Pacífico. En primera instancia, apunta a convertirse en un Estado socio, aunque esta condición lo lleve a renunciar a otros beneficios que sí tendría como Estado permanente; entre ellos, el de poder gozar de la libre movilidad de personas entre países miembros.
Ayer en México, el ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, acompañado de una delegación de empresarios, encabezó las primeras reuniones con dignatarios de otros países miembros de la Alianza. De ellos, recibió un primer beneplácito para que Ecuador llegue a ser parte de este grupo, como un país asociado, la opción más inmediata que le resta al país al no tener un acuerdo comercial México, nación que junto a Chile, Colombia y Perú, fundaron la Alianza y que hoy fungen como miembros plenos o permanentes.
Patricio Alarcón, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), explicó que alcanzar este estatus limitará ciertos beneficios, como la libre movilidad de ecuatorianos hacia otros territorios, sin tener que cumplir con requisitos tradicionales. Otro limitante será acceder con preferencias arancelarias solo a los cuatro países permanentes y no al resto de socios como Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Singapur y otros países que buscan ser parte de esta Alianza.
Pese a estas restricciones, Alarcón considera que el acercamiento a este grupo es importante, debido a otras ventajas existentes relacionadas a la posibilidad de atraer mayores inversiones y capitales al país. La Alianza del Pacífico se ha consolidado como un importante receptor de in- versión extranjera directa (IED) debido a que acapara 45 % de la IED que llega a América Latina, contando con negocios que superan los $ 58.500 millones, según el Banco Mundial.
Para hoy, en la inauguración de la Cumbre que celebra en México, el ministro Campana tiene previsto reunirse con representantes de los países fundadores de la Alianza. Aún está pendiente la evaluación de ciertos requisitos y el efecto que este acuerdo generaría en ciertos sectores productivos. En Ecuador, la industria automotriz, la metalmecánica y de línea blanca, requerirían de un mayor nivel de protección.