‘Pelea de gallos’.

María Fernanda Ampuero presenta La obra de relatos aborda el horror cotidiano de las familias

Dos niñas que estudian en casa, un grupo de primos que disfruta las vacaciones, una madre que juega con sus hijos, una pequeña que cuida a su hermanito, escenas idílicas, aparentemente normales, que ocultan realidades crueles y dolorosas.

‘Pelea de gallos’, el primer libro de relatos de la guayaquileña María Fernanda Ampuero, es como levantar una piedra, darle la vuelta y mirar el lado que nunca se ve.

La obra, publicada con la editorial Páginas de Espuma, aborda una retahíla de historias que plasman el rostro más oscuro de América Latina y de su principal institución: la familia.

“Las familias aún son el gran tabú, la institución a la que aún se le guarda un respeto que es casi sagrado. Incluso en el hablar popular se dice que ‘la ropa sucia se lava en casa’, y a mí eso me parece terrorífico. Es que si tú sabes que tu cuñado le pega a tu hermana, o que tu tío abusa de su hija y no dices nada, pero no dices nada por el supuesto respeto a la intimidad de la familia, te conviertes en cómplice. ¿Por qué no nos podemos meter en ese ámbito privado?”.

Y aunque no la califica como narrativa de denuncia, Ampuero acepta que este es un tema que la obsesiona. “Quería hacer estallar todas esas puertas y ventanas y ver lo que estaba pasando ahí adentro, porque todas las corrupciones políticas, la violencia de la calle, el horror de los colegios, el bullying, salen de una casa”, agrega.

Pero además de este tipo de violencias explícitas, de las que dañan el cuerpo, la escritora también aborda las cicatrices del alma, contadas a través de voces infantiles, con las que pretendía capturar las enseñanzas subconscientes que los niños reciben a través de las conversaciones, sobre todo femeninas y en las que se hace énfasis en los estereotipos de género, prejuicios y demás.

“Las mujeres, al menos en América Latina, son las dueñas de nuestra formación. Son nuestras madres; y sus amigas, nuestras tías, nuestras maestras. Me llamaba la atención esa escuela inintencional que hacen cuando hablan frente a los niños… Eso entra casi como publicidad subliminal en nuestro subconsciente. Y luego nos preguntamos por qué está tan encarnado el machismo en nuestra sociedad”.

Una de las principales fortalezas de la narración es que, a través de imágenes sutiles y del uso de las descripciones sensoriales, I.-i.-elena Díaz (Lima 1836), quien se casó con Joaquín Morlás y Tinoco, hermano de la heroína de la independencia de Guayaquil el 9.X.1820 Isabel Morlás y Tinoco; enlazó con Pedro Gilbert y Estrada la autora logra trasladar al lector a los sitios donde ocurren sus cuentos. A veces lo hace con evocaciones delicadas; la sensación de encierro que provocan las persianas cerradas y la forma en que exacerba la claustrofobia en el lector. En otros relatos, como ‘Subasta’, lo sensorial incomoda, asquea. Esto, explica Ampuero, fue intencional y constituyó un reto.

“Quería incluir lo sensorial, porque ahí hay un gran componente de verdad, no hay metáfora. Fue un reto porque no quería caer en el escándalo, en el puro asco, pero sí quería transmitir ese terror y que llegue al lector”, señala.

‘Pelea de gallos’ es sin duda un libro que atrapa, lleno de historias que golpean e imágenes que transportan. No es un libro fácil de digerir; incomoda. Sin embargo, sus historias nos obligan a cuestionarnos lo que permitimos y lo que no, y la violencia que también perpetramos.

RMAS. Escudo en campo de plata, un león rampante de gules llevando en su garra diestra un bastón de oro perfilado de sable. Bordura de gules, con cinco flores de lis de oro (diseño de María José Garay Contreras). Apellido patronímico del nombre de Día o Diego, del que hay numerosas familias sin relación alguna entre sí. Esta es la décima cuarta parte de este linaje. Continuamos con la descendencia de Mercedes (Mercy) Maruri Díaz y del Dr. Fausto Vera; en sus hijos: 4.2.6.1.-Fausto Roberto Vera Maruri. 4.2.6.2.-Jorge Enrique Vera Maruri. 4.2.6.3.-Dra. Marcela Vera Maruri; casada con el Dr. Boris Farfán Cedeño; sus hijos: 4.2.6.3.1.-Arturo Javier Farfán Vera. 4.2.6.3.2.-Jaime Ricardo Farfán Vera. 4.3.-Francisco Guillermo Díaz Baquerizo (Guayaquil 14.X.1902-25.XII.1942), bautizado en la iglesia de La Merced el 5.XII.1903, padrinos José Joaquín Jurado y Rosa Baquerizo Ferrusola de Suárez Vargas-machuca; casado con Cruz María Cepeda; sin hijos. 4.4.-Amada Josefa Haideé Díaz Baquerizo (Guayaquil 3.VII.1905), bautizada en la iglesia de La Merced el 19.VIII de ese año, padrinos José Ignacio Díaz y Ana Cristina Baquerizo; casada con José Durán Batallas; con descendencia. 4.5.-Ana Díaz Baquerizo (Guayaquil 1906); casada dos veces: 1° con Alberto Calderón; 2° con Maximiliano Morán; sus hijos: 4.5.1.-Alicia Calderón Díaz; casada con Torres; con sucesión. 4.5.2.-Walter Calderón Díaz. 4.5.3.-Elba Calderón Díaz. 4.5.4.Oswaldo Calderón Díaz (+Guayaquil 31.X.1968); casado con Esther Gómez M.; sus hijos: 4.5.4.1.-Jenny Calderón Gómez. 4.5.4.2.-Catalina Calderón Gómez. 4.5.4.3.-Oswaldo Calderón Gómez. 4.5.4.4.-Margot Morán Díaz. 4.5.4.5.-Guillermo Morán Díaz. 4.5.4.6.-Fernando Morán Díaz. 4.6.-Carlos Edmundo Díaz Baquerizo, murió niño. 4.7.-Fernando Díaz Baquerizo (+Guayaquil el 1.VI.1941). 4.8.-Eloísa Díaz Baquerizo; casada con Ricardo Lamota Quirós; con sucesión. 5.-Antonio Díaz Jurado, murió a los 14 años. 6.-Carlos Gregorio Díaz Jurado, falleció a los 19 años. 7.-Coronel Julio César Díaz San Miguel (+Guayaquil 29.XII.1956); casado el 25.I.1914 con su prima hermana Rosaura Díaz San Miguel. 8.-Héctor Díaz San Miguel (+Guayaquil 23.I.1951); casado con María Esther Rodas Ortega; sus hijos: 7.1.-Plácido Díaz Rodas; casado el 22.I.1944 con María Henriques Calderón. 7.2.-Héctor Esteban Díaz Rodas; casado el 21.X.1946 con Graciela Bustos Montero; sin sucesión. 7.3.-Esther María Díaz Rodas, murió soltera. 7.4.Ruth Díaz Rodas; casada con Luis Baquerizo. 9.-Plácido Díaz San Miguel. El 20° tronco lo concibe: (1829), hijo de José Guillermo Gilbert y Guillibert o Gellibert (Londres, Inglaterra 1800-Guayaquil), viudo de Petra García; testó en esta ciudad a los 60 años de edad el 28.XI.1862. Don José Guillermo estableció una curtiembre en sociedad con el español José Jiménez y Baturrone, y el piurano de origen guayaquileño José Suárez y Martínez en el año de 1854, liquidando esta compañía en III.1859; casado por 2ª vez con Mercedes Estrada y Mosquera. Abuelos paternos William Gilbert y Mary Guillibert o Gellibert. Abuelos maternos Mariano Escolástico Duque de Estrada y Corchero (Guayaquil 11.II.1782), propietario de la hacienda ‘Chojampe’, fue vecino de la parroquia de La Concepción, en Ciudad Vieja o Ciudad Antigua, donde tuvo cuatro casas, la primera en el primer puente, la segunda en la calle Real entre el 2º y 1º puente, las otras dos en la calle Nueva [hoy Rocafuerte], media cuadra con árboles frutales, un solar con ramada en el camino al Panteón [hoy Julián Coronel], en el que había dos molinos, y una curtiembre, algunos sitios en Chojampe, cercados, con una estancia. En esta antigua parroquia testó el 1.IV.1862 ante Justo Aguilar, teniente parroquial de La Concepción, inscrito en la escribanía de José Luis Brito; casado dos veces: 1º con Mariana Mosquera y Morán, quien otorga testamento en esta ciudad el 7.IV.1843 ante el escribano José María Bolaños y Plaza; con descendencia: En 1ª generación: Gilbert Díaz. En 2ª generación: Fuentes Gilbert, Gilbert Indaburu, Gilbert Moncada, destacándose el Dr. Abdón Gilbert Moncada, médico. En 3ª generación: Gilbert Espinosa, Intriago Gilbert. En 4ª generación: Andrade Gilbert, Guillén Gilbert, Baquerizo Intriago, Yépez Intriago. Esta genealogía continúa la próxima semana.

TÍTULO: Pelea de gallos GÉNERO: Relatos EDITORIAL: Páginas de Espuma