Las cámaras delatan la actuación de los agentes
La Autoridad de Tránsito retiró de sus filas a 76 uniformados por conducta inapropiada ❚ Las minicámaras se suman al control
Entre las dos convocatorias masivas (2014 y 2016), la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) enroló a 787 agentes civiles. De esa cifra, 80 elementos han salido de la entidad, de los cuales 4 fueron por renuncia voluntaria.
Los 76 restantes fueron obligados a salir de la institución por malos procedimientos o por ‘actuación ajena a los principios de la entidad’.
A ellos se les aplicó el literal D del artículo 48 de la Ley Orgánica de Servicio Público (Losep), que establece como causal de destitución recibir cualquier clase de dádiva, regalo o dinero ajenos a su remuneración.
En la nómina de los cesados está un grupo de 7 exuniformados (6 varones y una mujer) que en junio del año pasado salieron al comprobarse hechos como coimas, malos procedimientos, así como faltas reiteradas e injustificadas.
LA CIFRA 22 AÑOS es la edad promedio de los agentes que ingresan a la institución.
El director de Operaciones de la ATM, general Luis Lalama, comenta que la mayoría de las actuaciones negativas de los agentes es denunciado por usuarios, a través de vídeos y grabaciones de voz.
Es el caso de un exuniformado que fue captado aceptando la coima de un conductor de bus. La grabación se hizo viral en julio último.
La investigación la realiza el departamento de Asuntos Internos, que entrega el informe a la gerencia general para que defina la sanción.
“Tras el proceso de separación por parte de Talento Humano, a cada exagente les retiro las prendas y equipos que recibieron de la institución, para que no sean utilizados para otros fines”, remarca.
En su oportunidad, el gerente general de la ATM, Andrés Roche, se refirió al control riguroso durante el procedimiento de los agentes. Es a través de las minicámaras que ya portan en el pe- cho los uniformados, las mismas que permanecen encendidas durante la jornada laboral, siendo monitoreadas por el Centro de Control Integrado de Tránsito y Transporte (CCITT). El dispositivo también lo llevarán los inspectores y supervisores.
En marzo pasado, la ATM hizo la reposición de 50 agentes, quienes durante 5 meses fueron parte de un proceso de formación interna y académica. Los 30 restantes ingresarán antes que termine el año.
En ambos casos, el proceso está en manos de una empresa consultora que recurre a herramien- tas para analizar los perfiles psicológicos de actitud y aptitud frente al servicio público.
“No será una convocatoria masiva, al menos en este momento no es necesario”, sostiene Lalama.
El concejal José Flores, concuerda que sea la misma entidad la encargada de combatir la corrupción en las filas. “Los casos quedan como ejemplo para que los uniformados piensen antes de actuar”.
Moisés Poveda tiene un año en la ATM. Afirma que a diario deben lidiar con conductores que pretenden coimarlos o pedir que le perdonen la infracción cometida.
En sus tres años en la ATM, Miriam Pilamunga también se ha encontrado con choferes que le insinúan ofrecerle dinero. También con quienes, por alguna urgencia, cometen una infracción. “A los primeros les llamo la atención y sanciono; a los otros se busca la manera de calmarlos”.
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