Poliducto: más fallos que trabajo
Contraloría halla 107 problemas sin solucionar en la obra de Pascuales-cuenca ❚ 60, nuevos
Se ven sobre el terreno y ahora también están en papel. La Contraloría General del Estado ha publicado un nuevo informe sobre el poliducto Pascuales-cuenca en el que recoge las fallas, las fisuras, las grietas, los deslizamientos y los demás inconvenientes que presentó la obra, ejecutada por Odebrecht, desde que empezó a operar.
El informe recoge incluso fotos, similares a las que publicó EXPRESO en marzo pasado, sobre los desperfectos que han hecho que la infraestructura “no esté operando en su capacidad de diseño, en forma automática y segura”.
EL DETALLE Terremoto. El sismo y las réplicas de 2016 evidenciaron los errores en los estudios sobre el terreno en que iría el poliducto.
Según la auditoría que ha puesto el ojo en el manejo de los contratos de ejecución y fiscalización de la obra desde el 1 de julio de 2015 al 31 de julio de 2017, Odebrecht ha incumplido su parte al no solucionar los problemas que motivaron después -en diciembre de 2017- que Petroecuador terminara unilateralmente la relación contractual con la constructora brasileña.
Este Diario consultó ayer por la tarde a Odebrecht sobre el contenido de la auditoría de Contraloría, pero no se recibió respuesta al cierre de edición.
Lo que le achaca el ente de control es que no se haya encargado de reparar los 107 pendientes que están sin solucionar: 47 de ellos ya existían cuando se hizo la entrega parcial de la obra y los otros 60 son posteriores. Aparecieron entre el 3 de marzo y el 31 de julio. Son grietas, fisuras, deslizamientos y fallas, provocadas por un estudio deficiente de la geología al inicio del contrato, que ponen en riesgo la seguridad de la instalación, según la Contraloría. La falta de informes geotécnicos y geológicos adecuados fue detectada desde el inicio y se recontrató con la fiscalizadora Egis Internacional por $ 1,8 millones adicionales, en una obra que casi duplica el monto inicial previsto. Se hizo, además, sin cumplir formalidades ni respetando el tiempo de los pagos, lo que derivó en que ni la constructora ni la fiscalizadora cumpliesen su parte y subsanasen los errores.