Consejo de la Judicatura
Encontré una justicia en la que una persona debió esperar más de un año para que le fijen una audiencia; el sinsabor que te deja la mayoría de los jueces porque no están preparados para ejercer las multicompetencias ni para aplicar directamente ciertos derechos y principios constitucionales. La sobriedad que resulta de la experiencia y el conocimiento tampoco la lucen.
El terror y la ignorancia fueron danzantes fieles de algunos despachos judiciales, y entre bolero y bolero, esa danza abrazó como suyo el pensamiento de Correa. Y la justicia bailó, coincidentemente, a ese ritmo. Esa, básicamente, fue la razón por la que destituyeron a sus vocales anteriores. ¿Debidamente procesados? Ese será otro tema de esta columna
No comprendo cuáles fueron los criterios de selección que el Dr. Trujillo y compañeros usaron para elegir al nuevo Consejo de la Judicatura. Llenos de buenas intenciones tal vez, pero eso no alcanza, y ya se nota vergonzosamente.
Asumieron el cargo sin ninguna experiencia en reforma y modernización de la justicia, sin estrategias y metas claras. Se enfrentaron a una lucha sin saber a dónde iban. Todo luce como bronca por defender su metro cuadrado de poder.
Merlo, presidente del Consejo de la Judicatura, no sabe quién es Manuel Chum, exjuez de lo Civil del Guayas y funcionario del consejo que preside en Guayaquil. Ese desconocimiento consta en actas en la Asamblea.
Merlo quiere ayuda de abogados españoles. ¿Por qué? ¿No se saben capaces?
La majestad de la justicia no existe en el país, como dice la Dra. Miriam Estrada, experta en varias ramas de derecho. Infelizmente las provocaciones no se supieron manejar. Les ha faltado experiencia política, estrategia. Ha habido falta de decisiones, falta de enfoque exclusivo en la única meta para la que fueron elegidos, esto es, enderezar la justicia.
La política no ha salido de la justicia. La justicia no ha sido puesta en libertad. Todos son responsables de ello.
VERDADES EVIDENTES