El humano,
Los carros autónomos están a la vuelta de la esquina y se habla de que entre el 2020 y 2025 serán una realidad en las calles del mundo. No de forma masiva, pero una realidad. Hablamos de esas máquinas dotadas de inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés), que se autodirigen y que prometen llevarnos de un lado a otro sin mayor esfuerzo.
¿Será la autonomía capaz de frenar los accidentes? ¿Las máquinas tomarán mejores decisiones que los humanos? ¿La inteligencia artificial logrará coexistir con la diversidad del comportamiento humano? Para responder estas interrogantes que surgen alrededor del tema, Nissan tiene una sola respuesta: una autonomía eficiente no es posible sin seres humanos a cargo de coordenadas en el proceso de movilidad.
En su centro de investigación ubicado en pleno corazón de la innovación (Silicon Valley, San Francisco), decorado con paredes de colores, sillas en naranja y verde, simuladores de carreras y mesas de juegos, EXPRESO junto a una docena de medios latinos, pudo conocer la visión de movilidad inteligente de este fabricante japonés de automóviles.
Para ello, Maarten Sierhuis, líder del Nissan Research Center Silicon Valley, explicó cómo la compañía espera transformar la manera en que conducimos con foco principal en cero emisiones y cero accidentes.
“Estamos trabajando en integrar los vehículos en la sociedad, en cinco o diez años, no en 20... La forma de lograrlo no es cambiando las calles o construyendo nuevas ciudades. Esto llevaría mucho tiempo. Por eso diseñamos sistemas que permitan ir insertando la autonomía Permite a los conductores acelerar, desacelerar y detener el automóvil (incluso cuesta arriba) con solo aumentar o disminuir la presión en el acelerador, sin necesidad de que el conductor use el freno, proporcionando más control y eliminando el estrés durante la conducción. en la sociedad”.
Así nacen tecnologías como SAM, el proyecto mimado de la marca. Se trata de ‘Seamless Autonomous Mobility’ o movilidad autónoma sin fisuras, un sistema que fusiona la inteligencia artificial del vehículo con el pensamiento humano, con el objetivo de facilitar la toma de decisiones en situaciones imprevisibles.
Es decir, que la gran apuesta para la inserción de los autónomos está en la operación remota, algo así como lo que ocurre ahora en las torres de control de los aeropuertos.
Imagine que un vehículo autónomo se mueve por las calles ‘Seamless Autonomous Mobility’ fusiona la inteligencia artificial al interior del vehículo con la intervención humana. Su objetivo es ayudar a los vehículos autónomos a tomar decisiones en situaciones impredecibles y ampliar la información disponible para la AI en el auto. de la ciudad y se topa con un accidente, con la policía usando señales manuales para dirigir el tráfico... Los sensores del vehículo pueden indicarle al carro dónde están los obstáculos e incluso reconocer algunos gestos, pero se requiere juicio humano para comprender lo que otros conductores y peatones están haciendo y decidir la acción apropiada.
Con SAM, el auto se vuelve tan inteligente como para saber cuándo no debería intentar negociar el problema por sí mismo. Entonces, se detiene de manera segura y solicita ayuda al centro de comando. La solicitud se enruta al primer administrador de movilidad disponible: una persona que usa imágenes del vehículo para decidir la acción correcta y crear un camino seguro alrededor de la obstrucción. Esta orden es adoptada y replicada de inmediato a los demás autónomos.
En la idea inicial cada operador es responsable de cinco vehículos autónomos en las calles, pero que con el paso del tiempo y el aprendizaje de las máquinas, ese número llegaría a 100 por ser humano. Para Nissan y su líder en Silicon Valley, esta es la clave para acelerar su llegada, ya que estarían listos para lidiar con cualquier situación diaria de tránsito.