Los “caretucos”
La contracción gramatical es un recurso morfológico que consiste en unir dos o más palabras para formar una sola. “Caretuco” es la fusión de las palabras cara de tuco, expresión popular usada para identificar a las personas desvergonzadas, cínicas y descaradas, que actúan sin principios ni valores, de manera contraria a lo que siempre han pregonado o actuado. Fue el término preferido de Rafael Correa para descalificar a sus detractores, al cual agregaba la muletilla “prohibido olvidar”.
Para todos es conocido que el expresidente Correa y sus colaboradores ovejunos mantuvieron una posición contraria a la Organización de Estados Americanos - OEA y su Comisión Interamericana de Derechos Humanos - CIDH, acusándolas de actuar con un sesgo favorable a EE.UU., llegando a amenazar con retirar al Ecuador de ese organismo. Para contrarrestar al imperio, impulsó activamente otras instancias de integración regional, como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Luego de tanta diatriba contra la OEA y la CIDH, como si no hubiera pasado nada, contrariando su anterior postura, comparece ante las mismas OEA y CIDH, con el auspicio de quien fuera su canciller, para denunciar una inexistente alteración del orden constitucional en Ecuador por parte del actual presidente Lenín Moreno. Siguiendo la misma actitud desvergonzada, posteriormente concurrieron a la CIDH varias asambleístas defensoras acérrimas del correato -del cual se beneficiaron y formaron parte- y de su líder, el comandante en jefe de todas las Funciones del Estado, para cínicamente denunciar una supuesta persecución política hacia Rafael Correa, tratando de tergiversar los hechos por los cuales en la actualidad se investiga para sancionar la corrupción de la década pasada. Son estas actitudes las que identifican a los verdaderos “caretucos”, quienes “arrastrarán por este mundo, la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”, como dice el tango Cuesta abajo. Prohibido olvidar.