“Enfrentar un sistema corrupto suponía una solución difícil pero no imposible”
El anglicismo se aplica en la jerga popular a desacreditar, hacer la vida imposible o calumniar a una persona hasta deshacerse de ella y esta vez lo hicieron con Julio César Trujillo presidente del CPCCS-T. Los jueces de la Corte Nacional de Justicia lograron que el Consejo de Participación disponga a la Judicatura se abstenga de evaluarlos.
Empezaron por ‘hacer pelear’ a dos vocales de la Judicatura con el resto y perder unanimidad en las decisiones. Luego vino la desmedida difusión de un audio donde Rigail y Albán (que ya se va) discuten y eso fue suficiente para que un vocal del Consejo de Participación diga que el Consejo de la Judicatura “no logró la cohesión necesaria para afrontar con responsabilidad el reto y la confianza que se había depositado en ellos” (¿?).
La teoría de que faltaría tiempo para que los transitorios alcancen a evaluar a los jueces, o que el Consejo definitivo de la Judicatura puede hacerlo después, suena a broma de mal gusto. Si no pudo Trujillo ayudado por la orden del pueblo ecuatoriano en la consulta popular nadie más lo podrá. Ponerse a pelear con jueces, aparentemente, corruptos entrenados por Correa suponía una solución dificilísima mas no imposible.
Con lo sucedido por culpa de los arquitectos de casitas volvemos a fojas cero y los pillos seguirán haciendo su agosto aunque nadie confíe en ellos. Dr. Carlos Mosquera Benalcázar