Los misterios y leyendas rondan en Puerto Portovelo
El enigma de un duende llamado Tintín envuelve a la población ❚ Guías turísticos aseguran haberlo visto ❚ Dicen que enamora con extraños sonidos
HISTORIAS
Un halo de misterio y silencio rodea a Puerto Portovelo. La pequeña población, ubicada a la orilla del estuario del río Chone, entre los cantones Bahía de Caráquez y San Vicente, está rodeada de manglares, fangos de lodo y un pequeño atracadero de madera que da paso a la hermosa isla Corazón y Fragata, una zona protegida del Ministerio del Ambiente.
Allí se tejen cuentos y leyendas vivientes que, en boca de sus habitantes, hacen ‘parar’ los vellos a cualquiera.
Una de las más populares es la del duende o tintín Felipe, el que creen que aún vive entre los manglares. Los pobladores cuentan que este extraño ser usa un enorme sombrero tipo pava (de ala ancha), que tiene los pies volteados y su piel es de color verdoso.
Según narran los guías nativos de Puerto Portovelo, toca melodías con guitarra para enamorar a las mujeres her- mosas que visitan aquel lugar. Muchos aseguran que se lo ha visto con frecuencia merodear aquel silencioso sitio, rodeado de aves y moluscos.
Alfredo Zambrano, de 75 años, presidente de la comunidad Puerto Portovelo y guía naturalista de aquel sitio, afirma haber tenido la experiencia de palpar en sus recorridos al extraño ser.
Asegura que es muy enamoradizo y se manifiesta a través de ruidos entre las ramas de los manglares, “especialmente si al- Quienes lo han visto señalan que deja unas huellas muy raras, grandes y anchas, muy distintas a las del ser humano. guna turista es hermosa y de piel blanca”.
Los guías, mientras reman sus canoas, van contando a los turistas sobre esta leyenda viviente y advierten de cualquier movimiento extraño. Además, recomiendan que no entren en pánico por el duende Felipe. “Él no es malo, solo es enamoradizo”, aseguran.
Zambrano contó que tiene 56 años viviendo en esta comunidad y la primera vez que vio al duende Felipe fue en 1998, cuando a la medianoche remaba su canoa hacia la isla Corazón.
“Entre los manglares observé muchas luces y al mismo tiempo tocaban guitarra alrededor de ellas. Paramos de remar y empezamos a gritar: ‘Quienes estén ahí, hablen por favor’. Luego escuchamos ruidos de que corrían entre los manglares. Al llegar a tierra nos dimos cuenta de unas huellas muy raras, grandes y anchas, muy distintas al del ser humano y fue cuando junto con otros cuatro pescadores pudimos observar al extraño ser”, recuerda el guía turístico.
Esta leyenda se teje por toda la población y se ha impregnado en la mente de los turistas que han visitado Puerto Portovelo, ya que sus guías continúan contando lo que llaman un mito viviente.
“Un sábado, allá por 1980, recorríamos los tres túneles que tiene la isla Corazón, en uno de estos observé una sombra y al voltear me di cuenta de un ser de aproximadamente 60 centímetros de largo, sus pies estaban al revés y comía cangrejos en medio del manglar”, cuenta, no sin ponerle esa dosis de misterio que asusta.
RUIDOS
EL DETALLE Resguardo. La isla Corazón y Fragata es zona protegida bajo la dirección del Ministerio del Ambiente, que controla y cuida estos espacios naturales. LAS FRASES