Trump usa el #Metoo a favor de los hombres
En defensa de Brett Kavanaugh se alinea contra el movimiento femenino ❚ La guerra de sexos se cierne sobre las legislativas
como peones políticos, que mintieron.
“Estoy con el juez Kavanaugh”, dijo Trump el lunes en una declaración que prácticamente podría ser el eslogan de una camiseta de un contramovimiento del #Metoo.
En una era en la que las acusaciones de agresiones sexuales (a pesar de no haber sido probadas en una corte) son suficientes para derrocar al magnate de Hollywood Harvey Weinstein, la posición intransigente de Trump puede parecer políticamente arriesgada.
Pero él claramente habla desde la convicción personal.
Trump no solo ha defendido a otros republicanos atrapados en este tipo de controversias (como el exasesor de la Casa Blanca Rob Porter, quien fue acusado de golpear a su exesposa), sino que también se enfrentó a sus propios escándalos.
Estos incluyeron múltiples acusaciones de infidelidad, acoso sexual, irrumpir en los camerinos de los concursos de belleza y presumir que era una celebridad tan grande que podía acercarse directamente insinuando a las mujeres y “agarrarlas por el coño”.
Un político corriente podría haber sido hundido por cualquiera de estos incidentes.
Trump las rechazó todas, asegurando por ejemplo que el comentario de “agarrarlas por el coño” era inofensivo, una “charla de vestuario”.
¿Pero funcionará dos años después en las elecciones de medio mandato que se llevarán a cabo en noviembre, con encuestas que muestran que las mujeres podrían transformar #Metoo en una fuerza política?
El estratega republicano Evan Siegfried asegura que hay un método en lo que los críticos verán como locura en Trump.
Después de todo, muchos estadounidenses sienten que #Metoo es corrección política desbordada, que muchas veces destruye la reputación de toda una vida de hombres con base en solo acusaciones verbales.
“La vasta mayoría de la base conservadora considera que estas acusaciones son débiles y que en el caso de que fueran ciertas, algunos dicen: ‘Bueno, los varones son varones’”.
El auténtico problema para los republicanos, dice Siegfried, es que solo con la base no se ganan las elecciones.
“Tenemos un gran problema con las votantes mujeres, que afirman: ‘Terminamos’ con los republicanos. Ahora, el gobierno de Trump refuerza la retórica de que estamos en guerra con las mujeres. Parece que vamos a ser castigados en noviembre”, opinó el estratega.