ANIVERSARIO
Mañana, la fundación Madre Dolorosa cumple 30 años de fundación. Además de esta escuela, cuenta con un dispensario médico, una clínica y otra escuela en Manabí.
Pero el cese de este refrigerio diario, a manos de la austeridad gubernamental, dejó al descubierto una realidad que hasta entonces las voluntarias de la institución desconocían; los niños más pobres llegaban sin desayunar. A veces tampoco almorzaban.
“Cuando dejaron de llegar los desayunos nos dimos cuenta que para algunos de nuestros chicos esa era la única comida que hacían hasta la noche. En su casa no había qué comer porque sus padres estaban sin trabajo, o con una cantidad mínima de recursos”, explicó Celi Navarrete, rectora de la unidad educativa.
Para las voluntarias, la solución fue crear un comedor en un descampado junto al dispensario médico. Ahí construyeron una pequeña cafetería, con mesitas largas de madera y una cocina que serviría para ali- mentar a los chicos más vulnerables. Actualmente, 47 niños y adolescentes reciben un almuerzo dos veces por semana.
“Es lo que podemos hacer con los fondos que tenemos”, explica Cecilia de Rivera, voluntaria de la fundación. “Todo lo que preparamos sale de nuestro bolsillo. Nos turnamos cocinando en nuestras casas y traemos el almuerzo”, señaló.
alimentar a 47 niños durante dos días a la semana. El monto lo ponen las propias voluntarias.