Más de 80 funcionarios elaboran la proforma 2019
Técnicos del Ministerio de Finanzas trabajan desde septiembre para elaborar el presupuesto ❚ Otras cinco entidades y un ‘software’ se suman a la tarea
LAS FRASES La proforma es un proceso bastante complicado y complejo que se tarda de entre cuatro a cinco semanas. LOS RETOS
Mucho café, 16 horas de trabajo diario y hasta fines de semana. Así se ultima la proforma presupuestaria de 2019, de acuerdo a funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que será enviada a la Asamblea entre hoy y mañana para su discusión y aprobación.
Preparar el documento que define, por ejemplo, el gasto en salarios, los posibles ingresos del Gobierno, la adquisición de deuda, entre otros rubros para todo un año, requiere del trabajo de 60 personas de la Subsecretaría de Presupuesto, según el Ministerio de Finanzas.
A ese equipo se suman 20 o 25 personas de la subsecretarías de Relaciones Fiscales (que manejan gobiernos autónomos y empresas públicas), de la Política Fiscal, de Financiamiento Público y de la Dirección de la Calidad del Gasto Público. Es decir, participan unos 85 funcionarios de la Cartera de Estado en el proceso.
Pero no solamente personal del MEF participa en el trabajo. El Servicio de Rentas Internas (SRI), el Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae), el Banco Central del Ecuador (BCE), la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) también participan de la elaboración.
¿Cuánto tiempo toma realizar la proforma? Las entidades públicas tienen hasta agosto para enviar sus presupuestos y el MEF se dedica de lleno entre septiembre y octubre a realizar la proforma presupuestaria.
Al talento humano se suma un programa informático: Esigef, dice Finanzas. El exministro de Finanzas Carlos de la Torre explica que las cifras se suben al programa informático para corroborar que se ajusten a las normativas vigentes, por ejemplo, los montos mínimos que se deben destinar a sectores como salud y educación. Los supuestos deben ser los más prudentes posibles: en precio del petróleo, en crecimiento de la economía...
A todo ese “proceso complejo” se suma el cabildeo político, dice De la Torre. De acuerdo a los ingresos previstos para el siguiente año y según lo permite la ley, se debe subir o bajar el presupuesto para diversos sectores, como universidades o gobiernos autónomos. “También se debe evaluar desde una perspectiva política qué se debe hacer”, dice De la Torre.
Para el exministro de Finanzas, Mauricio Pozo, la proforma se debe realizar bajo un principio de prudencia. No se debe subestimar gastos ni sobrestimar ingresos, asegura Pozo. Por esta razón, las autoridades no deben dejarse llevar por “demasiado optimismo” a la hora de hacer números. “Que hayan supuestos que estén más apegados a la realidad”, sostiene el economista.
Si bien la política interviene y no suele ser fácil de manejar a la hora de elaborar la proforma, Pozo asegura que debe primar el factor técnico.