Una casa abandonada genera mal aspecto
Norte: En la avenida 34 y la calle segunda una casa presenta problemas en su infraestructura y la maleza refleja un mal aspecto, proliferación de animales e insalubridad en la ciudadela Miraflores.
Andrés integra el grupo de 151 futuros uniformados que controlarán las calles de la capital de Santo Domingo de los Tsáchilas. Para esa plaza se presentaron 800 jóvenes.
Los otros 78 aspirantes que están en el EFOT se distribuirán 28 para Guayaquil y 50 para la capital de Esmeraldas.
En las instalaciones permanecerán tres meses, lapso en que están restringidas las visitas, los teléfonos y las redes sociales. Solo tendrán contacto con familiares en una feria programada al finalizar la primera fase de capacitación.
Los que aprueben tienen un último reto: dos meses de capacitación en centros de educación superior de las respectivas ciudades.
Son 34 materias que deberán aprobar los futuros agentes, como Señales manuales de regulación, Accidentología y Movilidad sustentable. Al final deberán presentar un proyecto vial para su ciudad.
La preparación académica no los exime de la cultura física, fajina (limpieza de áreas destinadas) y lavado de la ropa.
No hay tiempo para el descanso, pues hasta los domingos tienen que leer los libros y acceden al internet para preparar sus proyectos.
Alisson Álava, de 19 años, integra la primera promoción de agentes para Esmeraldas. Admite que no es una tarea fácil, tomando en cuenta las falencias en normas de tránsito que padece la ciudad de la que es oriunda.
“Estoy consciente de que el tren pasa una sola vez. Aprovecharé esta experiencia y la consigna del grupo es superar las pruebas”, expresó.
En ello coincide Ángel Triana, uno de los posibles agentes civiles para Guayaquil. Atrás quedará el oficio de tricimotero que desempeñaba en el populoso sector El Fortín.
“Quizá me toque imponer el orden del tránsito en mi barrio, a mis compañeros”, comenta Ángel, quien tiene como siguiente meta continuar la carrera de Administración de Empresa, que abandonó por falta de recursos económicos.
Andrés, Alisson y Ángel están conscientes del proceso riguroso, por lo que se esfuerzan al máximo para no incluirse entre los desertores, que según el muestreo histórico es de un 2 %.