El sol continúa oculto en las playas peninsulares
La ocupación hotelera registró un aumento en el segundo día del asueto ❚ Los comerciantes se quejan de las ventas
Miles de turistas pernoctan en los balnearios de Santa Elena. La mayoría arribó la tarde del pasado jueves y ayer, lo que aumentó la ocupación hotelera del 70 al 90 % en el segundo día del feriado, pero el astro rey continúa sin calentar el ambiente.
Ante la fresca brisa marina y la ausencia de sol, muchos visitantes prefirieron caminar por la playa y los malecones; otros ejercitaron sus cuerpos al pie del mar. A medida que transcurrió el día los sitios de ventas de artesanías se llenaron de clientes, al igual que las cebicherías.
LA CIFRA 50.000 VEHÍCULOS han ingresado a la Península en los primeros días del feriado de Difuntos.
“Hemos venido a pasarla bien y aunque haga algo de frío, el encanto de la costa es maravilloso; siempre será relajante venir a los balnearios”, comentó el lojano Luis Terán, quien se hospedó en Salinas para desde allí, junto con sus familiares y algunos conocidos, recorrer Ayangue y Olón.
Aunque el número de visitantes aumentó en los balnearios, las ventas de productos varios en la playa no creció, el alquiler de carpas parasoles también estuvo bajo. El comerciante José Pilay, de Salinas, logró alquilar solo ocho de las quince sombrillas que coloca en temporada en la arena.
“Como no hace sol la gente prefiere pasear y no se queda en un lugar fijo. Se siente la crisis económica porque ni los compañeros que venden artesanías le ha ido bien”, dijo.
En la tarde, las carreteras peninsulares presentaron congestionamiento vehicular, de manera especial la vía que une a los balnearios La Libertad con Salinas y La Libertad-ballenita. Este último su recién inaugurado malecón atrajo a los turistas.
Agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador se ubicaron al pie de los semáforos para disminuir las enormes columnas de automotores que empezaron a formarse.
“Así fluye más rápido todo, si no se torna difícil poder pasar”, comentó la guayaquileña Delia Albán.
A los balnearios de Santa Elena no solo llegaron visitantes de la Sierra, sino un alto porcentaje de costeños. “Lindo visitar Salinas, vuelvo a los tres años, aunque el agua está bien fría”, comentó sonriente la machaleña Ruth Ibáñez.