Alan García vuelve a su residencia en Lima
Se pone a disposición de la justicia pues Uruguay le negó asilo ❚ Decisión da un espaldarazo a la lucha anticorrupcion en Perú
LA FRASE En Perú funcionan autónomamente los tres poderes del Estado. No concedemos el asilo político.
Asus 69 años, el dos veces presidente Alan García, uno de los políticos más hábiles de Perú, vive sus horas más difíciles tras fracasar en su intento de conseguir asilo en Uruguay para eludir una investigación de la Fiscalía por supuesta corrupción.
Después de 16 días en la Embajada uruguaya, donde se refugió alegando sufrir “persecución política”, ahora tiene impedimento judicial para salir del país por 18 meses mientras enfrenta investigaciones de la Fiscalía por una licitación ganada por la cuestionada empresa brasileña Odebrecht en su segundo mandato (2006-2011).
“Estaré en mi domicilio a disposición de todas las investigaciones y convocatorias que se me hagan”, indicó García en una declaración leída a periodistas por su secretario Ricardo Pinedo, en su primera reacción pública tras abandonar temprano la Embajada uruguaya.
En el texto, García afirmó que espera “que sean ajenas a la verdad las versiones sobre una detención arbitraria”. “No existe ninguna delación, prueba o depósito que me vincule a ningún hecho delictivo y mucho menos con la empresa Odebrecht o la realización de alguna de sus obras”, sostuvo.
El canciller peruano Néstor Popolizio precisó que el expresidente “puede circular libremente por el país”, y que continúa el “impedimento de salida por 18 meses”.
Más temprano ayer, el presi- dente de Uruguay, Tabaré Vázquez, había anunciado que su Gobierno rechazó el pedido de asilo presentado por García.
“En Perú funcionan autónomamente los tres poderes del Estado y es el Poder Judicial que está llevando adelante las investigaciones de eventuales delitos económicos” del exmandatario, y por “consideraciones estrictamente jurídicas y legales (...) no concedemos el asilo político al señor Alan García”, dijo Vázquez en rueda de prensa junto al canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa.
Vázquez, en su lectura, explicó que Uruguay estaba obligado por ley y tradición a concederle el refugio político provisorio a García hasta tanto no decidiera sobre su demanda. Mostró el expediente de “más de mil hojas” que le fue enviado por las autoridades peruanas para argumentar contra la concesión del asilo.
De su lado, el presidente peruano, Martín Vizcarra, reaccionó: “En el Perú nadie tiene corona. Nuestra democracia garantiza la independencia de poderes y el debido proceso”.
La decisión del Gobierno de Uruguay constituye un espaldarazo a la lucha anticorrupción que ha emprendido Perú.
La semana pasada la Fiscalía le abrió a García una nueva investigación por supuestamente “facilitarle” a la empresa holandesa ATM Terminals que ganara en 2011 la concesión de la Terminal Norte del puerto del Callao.