‘Caramelos’ con pólvora
Las escuchas a la trama de los cuarteles desvelan corrupción, extorsiones y narcotráfico
Cientos de horas de interceptaciones telefónicas a 21 números celulares revelaron el modus operandi tras la trama de tráfico de armas en los cuarteles, por la que hay 13 detenidos: corrupción, tráfico de armas, municiones, explosivos, extorsiones, tráfico de drogas y hasta un pedido de asesinato. Las escuchas se dieron entre agosto, septiembre y los primeros 15 días de octubre.
Los sospechosos se sabían vigilados y algunos cambiaron de chips a sus celulares. Hablaban en clave, negociaban, planificaban. Pero eso no fue obstáculo para que los investigadores de la Unidad de Investigaciones de Delitos con Armas, Municiones y Explosivos de la Policía descifraran sus mensajes.
En 86 páginas de informe, que se encuentra en la instrucción fiscal que investiga el caso, se revelan negocios de venta de ‘caramelos’, ‘bonitas’, ‘chiquitas’, ‘balines’, como denominaban a las municiones, para su entrega al grupo narcodelictivo de alias Guacho.
“Saque 20.000 caramelos”, “el transportador le va a traer caramelos el día lunes”, se decían. Negocian el precio porque no sale al que piden y otra persona “le compra los 20.000 caramelos, pero dándole a 0,80 centavos”.
El costo se negociaba desde 0,70 centavos hasta en 1,50 dólares la unidad. Los pedidos iban y venían: necesito 500, 1.000, 5.000, 20.000, puede leerse en un informe.
El negocio, al parecer, no se detenía en municiones. Había requerimientos, pocos, de armas, a las que se refieren como ‘juguetes’, cortas y largas, granadas de mano a las que llaman ‘piñas’, explosivos, TNT, C4 y otros. En las comunicaciones hay un cruce de diálogos que denotan también el involucramiento en la venta de droga.
Mencionan submarinos, la posibilidad de comprar una hacienda con una pista construida. Dos posibilidades tienen: Tosagua y Babahoyo. La propiedad costaría 19 millones, dicen que es bien grande, completa y tiene una pista. La de Tosagua es tipo bananera, el terreno plano para armar la pista, pero el requisito es que “tiene que tener la pista armada para que puedan llegar las avionetas porque si se ponen a armar se llama la atención”.
Urgen los cargamentos de droga “para ya, porque ya se va el buque y no pueden esperar muchos días”. Denominan ‘comida’ a la droga y ‘comedor’ al laboratorio de procesamiento. En los diálogos se menciona que alguien ya entregó un millón por Los Esteros y que los hombres son de un cartel de México. Cuando se habla de droga hay regateo en el precio: entre 1.200 y 1.500 dólares el kilo.
En las conversaciones se involucra a un juez, un fiscal y un abogado, quienes serían parte del apoyo judicial a la estructura cuando alguien es detenido.
Por ejemplo, mencionan el caso del militar (sp) detenido en una terminal de transporte terrestre en Cuenca. Dicen que le van a formular cargos y necesitan dinero. Temen que reciba de tres a cinco años por haber sido
LA CIFRA 19 PERSONAS fueron escuchadas por los investigadores. Al final quedaron 13 detenidas.